• julio 16, 2020
  • Las exigencias exageradas

  • Regresa

  • Detalle de lo tratado:
    Introducción
    Las exigencias exageradas

    • Descripción
    • Su impacto en las relaciones interpersonales
    • Plan de acción para dirigir nuestras emociones y actitudes

    Introducción
    Seguimos con el tema de las diferentes actitudes frente a las situaciones que se nos presentan en la vida. Como ya hemos dicho antes, muchas veces éstas son el resultado de la influencia de las personas que nos formaron y de su filosofía de vida.

    No podemos dejar de lado que nuestras actitudes, independientemente de cuál sea su origen, afectan a terceros. Pero, al final del camino, los más afectados somos nosotros mismos.

    Es importante reconocer que los pensamientos, emociones y actitudes, dirigen nuestro comportamiento. ¡Y todos son controlables! Por eso es muy importante que tengas un plan de acción para que vivas en plenitud la vida que Dios te ha dado. Tú decides la calidad de tu vida.

    Las exigencias exageradas

    Descripción
    A todos nos gusta que las cosas salgan bien, tener cierto nivel de exigencia se considera positivo para mejorar y crecer a todos los niveles. Pero cuando se llega al punto en que las exigencias son exageradas, hay que empezar a reflexionar al respecto, ya que no siempre nuestros planes o aspiraciones terminan como lo habíamos planeado.

    Hay quienes convierten la conquista de la perfección en una meta tan obsesiva, que les genera malestar e insatisfacción continua. Son personas demasiado exigentes, cuyas intransigencias con ellos mismos y los demás se convierten en un auténtico problema. Vivir en una sociedad tan competitiva como la actual, en ocasiones nos impone metas inalcanzables. Sin embargo, lo importante es saber cuándo podemos exigirnos un poco más o cuando es momento de levantar el pie del acelerador.

    Además, cuando somos demasiado exigentes, tendemos a esperar lo mismo de los demás. Y eso es de todo, menos saludable. Aspirar al perfeccionismo es dañino para uno mismo y para quienes nos rodean.

    Su impacto
    La exigencia desmesurada genera estrés y ansiedad. La persona exigente busca permanentemente la perfección y, al no conseguirla, le genera un sentimiento de insatisfacción.

    Muchas personas proyectan sus exigencias en los demás causando problemas emocionales. Hay padres que frustran la felicidad de sus hijos exigiéndoles continuamente que sean perfectos. Esto genera en los niños un sentimiento de culpabilidad e inseguridad ya que se sienten incapaces de cumplir con las expectativas de sus padres.

    Plan de acción

    • Para dejar que la exigencia se convierta en un problema, hay que cambiar las prioridades y aspiraciones. En lugar de perseguir la perfección, uno debe ser consciente de cuáles son sus limitaciones y tener en cuenta las limitaciones de los demás.
    • Ser una persona exigente no tiene por qué convertirse en algo negativo si sabemos ponerle límites. La exigencia nos puede ayudar a alcanzar metas, algo que mejorará nuestra autoestima.
    • Se debe recordar siempre que, aunque se ponga todo el empeño en hacer las cosas bien, no siempre se obtendrán los resultados esperados. La vida no es perfecta y las personas tampoco lo somos.
    • Asegúrate que tus expectativas sean razonables y no motivadas por egoísmo, y recuerda que los demás también tienen expectativas con respecto a ti.
    • «La manipulación es una herramienta del diablo», no manipules a los demás para lograr lo que quieres.
    • Valora el esfuerzo de los demás por cumplir tus deseos.
    • Expresa aprecio por los actos amables que recibas.
    • Recuerda que nadie te debe nada.

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