Detalle de lo tratado
Introducción
Definición
El miedo a la soledad
El miedo a la muerte
La vida que no termina
Introducción
El Coronavirus, como cualquier crisis mundial, tiene la capacidad de provocar una histeria general que puede causar un desequilibrio emocional y llevarnos a sufrir trastornos de comportamiento y sentimientos que no deseamos. Asimilar y procesar un fenómeno de tal magnitud no es fácil y puede ser abrumador. En esta pandemia, como en otras anteriores, el miedo y su difusión masiva han desempeñado un papel importante en su gravedad.
Se dice que esta es una «pandemia paradójica» ya que, si bien la enfermedad no es tan grave como en epidemias anteriores, el poder del miedo y la sobrecarga del aparato sanitario han contribuido de forma radical a su gravedad y repercusiones sociales. Por lo tanto, si no nos hacemos cargo y elaboramos esos temores, pérdidas y frustraciones, vamos a sufrir sus consecuencias en el futuro.
Definición
El miedo es una emoción natural del ser humano. Esto significa que está programado genéticamente en todos nosotros en muchos de nuestros órganos y funciones, pero sobre todo en nuestro cerebro, con el fin de prepararnos para reaccionar ante las amenazas. El miedo crea tensión mental y muscular y nos pone en estado de alerta en caso que necesitemos huir. Veamos algunos de los diferentes tipos de miedos.
El miedo a la soledad
La capacidad de estar solo y de poder valorar los momentos de soledad en medio de la vida relacional es un componente necesario de nuestra identidad. Sin embargo, son muchas las personas que temen estar solas, ya sea por experiencias de su infancia, por percibir que la soledad es algo negativo o por tener una baja autoestima.
Pero la soledad puede ser algo positivo cuando uno la aprovecha para conocerse más a sí mismo, para desarrollar su creatividad y para aumentar su potencial. Por otra parte, esta pandemia ha dejado bien en claro que tenemos a nuestra disposición tecnologías de información y comunicación que ahora son más relacionales e incluso creativas que nunca antes. Aun en medio del aislamiento, podemos mitigar nuestros miedos y relacionarnos con el exterior a través de ellas.
El miedo a la muerte
Cuando no sabemos cómo manejarlo o resolverlo, el miedo a la enfermedad, a la muerte, a las pérdidas y a las limitaciones nos causa mucha preocupación. Lamentablemente, todo esto es parte de la vida misma, por lo que está siempre presente y especialmente más ahora durante esta pandemia que nos ha tomado por sorpresa y desprevenidos.
A lo largo de la historia, las personas de todos los tiempos se han preocupado por la idea de la muerte, ya que el proceso de la muerte representa para nosotros la dimensión desconocida más inimaginable. Sin embargo, no tiene por qué ser así. Hay cosas que podemos hacer para superar ese miedo y vivir la vida a pleno. A continuación hablaremos de algunas de ellas.
La vida que no termina
¿Qué crees tú que sucederá contigo después que mueras? El no saber la respuesta a esta pregunta es lo que nos produce el miedo a la muerte. Quizás este sea un buen momento para considerar esto seriamente.
Veamos lo que dice el Pastor Steven Hower en su folleto ¿Qué me va a pasar cuando me muera?, disponible para descargar gratis en la sección RECURSOS:
Se dice que esta es una «pandemia paradójica» ya que, si bien la enfermedad no es tan grave como en epidemias anteriores, el poder del miedo y la sobrecarga del aparato sanitario han contribuido de forma radical a su gravedad y repercusiones sociales. Por lo tanto, si no nos hacemos cargo y elaboramos esos temores, pérdidas y frustraciones, vamos a sufrir sus consecuencias en el futuro.
La salvación por gracia mediante la fe en Jesús está disponible para todos. Dios quiere «que todos los hombres sean salvos y lleguen a conocer la verdad» (1 Timoteo 2:4).
Hay un sólo camino a la salvación. Como dice la Biblia: «En ningún otro [aparte de Jesucristo] hay salvación, porque no se ha dado a la humanidad ningún otro nombre bajo el cielo mediante el cual podamos alcanzar la salvación» (Hechos 4:12).
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