Honrando a todos los santos

DETALLE DE LO TRATADO
¿Qué es el Día de Todos los Santos?
¿Quiénes son los santos?
¿Por qué los celebramos?
Otros santos a quienes celebramos
Conclusión

INTRODUCCIÓN
Quisiéramos comenzar aclarando lo siguiente: «Santo» es todo pecador perdonado por Dios que ha consagrado su vida a Él, ya sea que viva en la tierra o en el cielo. Por consiguiente, si bien nosotros no rezamos a los santos en el cielo ni invocamos su ayuda, sí honramos a todos los perdonados y redimidos por Jesús, estén donde estén.

¿QUÉ ES EL DÍA DE TODOS LOS SANTOS?
El Día de Todos los Santos fue originalmente una conmemoración de los mártires de la iglesia antigua, aquellos hombres, mujeres y niños que fueron perseguidos y asesinados por su fe en Cristo. Desde entonces, se ha convertido en un festival en el cual la iglesia recuerda a todos los fieles cristianos, tanto conocidos como desconocidos.

La fecha tradicional para la celebración del Día de Todos los Santos es el 1 de noviembre, aunque muchos eligen celebrarlo el primer domingo de noviembre.

¿QUIÉNES SON LOS SANTOS?
Los santos somos todos los que hemos sido bautizados y creemos que por la promesa del Evangelio somos justificados. Es Dios quien nos declara santos e irreprensibles.

Cuando al rezar el Credo Apostólico decimos: «… creo en la comunión de los santos», estamos incluyendo tanto a los creyentes que aún vivimos en la tierra, como a los que han muerto en la fe y ahora viven en el cielo. Todos juntos formamos la comunidad de todos los santos.

¿POR QUÉ LOS CELEBRAMOS?
Nosotros no rezamos a los santos en el cielo ni invocamos su ayuda, pero sí los honramos. Felipe Melanchthon, el colega más importante de Martín Lutero en la Reforma, escribió tres razones por las cuales los cristianos debemos honrar a los santos:

1. Porque a través de ellos Dios nos ha mostrado misericordia: por ejemplo, dando pastores, maestros y tantos otros dones a la iglesia. Y por ello le damos gracias.
2. Porque por medio de ellos Dios fortalece nuestra fe. Por ejemplo, nos alienta ver que Dios perdonó a Pedro aun después que este lo negara tres veces, pues nos muestra cuánto sobreabunda realmente la gracia de Dios sobre el pecado.
3. Porque Dios nos invita a que los imitemos, primero en la fe, luego en sus otras virtudes.

Cuando honramos a los santos, en realidad estamos honrando y dándole gloria a Dios y no a los santos mismos. Todos los santos que ahora viven en el cielo eran exactamente como nosotros: pobres pecadores, miserables y completamente indignos del favor de Dios. Es solo por la gracia y la inmerecida misericordia, amor y perdón del Señor, que los santos son lo que son: pecadores perdonados.

El Día de Todos los Santos es un festival muy especial que enriquece la vida de todos quienes lo observan. Es un día en que recordamos a hombres y mujeres de la Biblia como Abraham, Sara, Moisés, Débora, Rut, David, Elías, Pedro y Pablo (entre muchos otros), y alabamos a Dios por sus ejemplos.

Además de los santos de la Biblia, los casi 2.000 años de la iglesia cristiana están llenos de historias de cristianos fieles, algunos bien conocidos (como Lutero o Agustín), pero la gran mayoría conocidos sólo por Dios. A ellos también los conmemoramos.

Y también recordamos a los santos del pasado menos lejano. Muchas iglesias recuerdan a los fieles que fueron llamados a estar con el Señor en el último año.

Finalmente, y lo más importante, en este día: glorificamos a Dios no solo por la fidelidad de los santos, sino también por su fidelidad a los santos.

OTROS SANTOS A QUIENES CELEBRAMOS
Es igualmente importante, en este día, celebrar a todos los santos que aún NO están descansando de sus labores. O sea, usted, yo y toda nuestra familia de fe de todo el mundo. Todos los que confesamos a Jesucristo como Señor y Salvador de nuestra vida somos hechos SANTOS, ¡tanto como San Pedro o San Juan!, santos VIVOS que servimos activa y alegremente a Dios porque ¡estamos revestidos con la justicia de Cristo!

Algunos piensan que quienes vamos a la iglesia lo hacemos porque somos santos, cuando en realidad es lo opuesto. Vamos a la iglesia porque somos pecadores y necesitamos perdón. A través de su Palabra y Sacramentos, Dios nos perdona y nos hace santos por Cristo. Ya no tenemos que pensar que debemos que ser perfectos, porque Cristo fue perfecto por nosotros y su sacrificio en la cruz nos ganó la perfección y la reconciliación y paz con Dios.

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CONCLUSIÓN
El Día de Todos los Santos es un festival muy especial, que enriquece la vida de todos los que lo observan. Es un día en el que somos edificados por las vidas de los santos de la antigüedad. Recordamos a hombres y mujeres de la Biblia y de la historia y alabamos a Dios por sus ejemplos. Y lo más importante, en este día glorificamos a Dios no solo por la fidelidad de los santos, sino también por su fidelidad a los santos.

Hoy repasamos 3 razones que nos dio Felipe Melanchthon, el colega más importante de Martín Lutero en la Reforma, por las que los cristianos debemos honrar a los santos:

1. Porque a través de ellos Dios nos ha mostrado misericordia.
2. Porque por medio de ellos Dios fortalece nuestra fe.
3. Porque Dios nos invita a que los imitemos

Te animamos a que le agradezcas hoy a Dios por la santidad que es tuya a través de Cristo.

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