Detalle de lo tratado
Introducción
Virtudes del carácter
1. Sabiduría
2. Valor
3. Humanidad
Conclusión
Introducción
Los seres humanos podemos ser los peores críticos de nosotros mismos. No queremos fallar ni cometer errores por lo que, cuando lo hacemos, nos insultamos a nosotros mismos duramente, quedando con el sentimiento de que no servimos para nada.
Si nos enfocamos en las cosas que no sabemos hacer o en nuestras debilidades, estaremos en un constante estado de inconformidad y hasta con baja autoestima. Todos los seres humanos tenemos fortalezas en diferentes áreas y virtudes con las que nacemos. Lo que proponemos hoy es que aprendamos a identificar nuestras fortalezas innatas y así influir positivamente en nuestro propio bienestar y el de la sociedad.
A partir de principios este siglo, en las ciencias sociales se aceptaron como universales 24 virtudes del carácter que conforman lo mejor de nuestra personalidad. Cuando nos enfocamos en esas virtudes mejoramos nuestro bienestar general, pues tenemos más emociones positivas, estamos dispuestos a comprometernos más, le encontramos significado a la vida y nos relacionamos con los demás en forma positiva. Esto, a su vez, nos ayuda a aceptarnos más, a ser más autónomos, a alcanzar nuestras metas, a tener mejor salud física y a ser más resilientes.
El diccionario nos dice que la resiliencia es la «capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o a un estado o situación adversos».
Está comprobado que tratar de mejorar nuestras virtudes es mucho más beneficioso que tratar de corregir nuestras deficiencias o nuestras debilidades. Esto no quiere decir que vamos a ignorar nuestras deficiencias sino que, al enfocarnos más en nuestras virtudes, estamos mejor dispuestos a balancear nuestras debilidades y a encontrar una mejor forma de usar esas virtudes como recursos en los momentos difíciles.
Virtudes del carácter
Los científicos han agrupado esas 24 virtudes en 6 categorías, a saber:
* Sabiduría
* Valor
* Humanidad
* Justicia
* Templanza y
* Trascendencia.
Hoy vamos a hablar acerca de las primeras tres y en la segunda parte de este programa trataremos las últimas tres. Escucha con atención, y te darás cuenta de lo maravilloso que eres y cuánto tienes para aportar a tus seres queridos y a la sociedad que te rodea.
(1) SABIDURÍA – La sabiduría está considerada como la virtud principal de donde emanan todas las demás. En la categoría de sabiduría se encuentran las siguientes cinco virtudes de carácter:
I. Creatividad: pensamos en formas nuevas de hacer las cosas.
II. Curiosidad: nos interesamos por cada momento y cosa que vivimos; encontrar todos los temas fascinantes; dedicamos tiempo a explorar y descubrir.
III. Amor por aprender: estamos siempre dispuestos a adquirir nuevos conocimientos y habilidades, ya sea por cuenta propia o formalmente.
IV. Perspectiva: podemos dar consejos sabios a los demás; somos capaces de comprender el mundo y las personas que nos rodean.
V. Mentalidad abierta: tomamos tiempo para analizar nuestra vida con detenimiento y desde varias perspectivas distintas; no sacamos conclusiones prematuras; podemos cambiar de opinión al ver otros aspectos que no habíamos visto antes; sopesamos las evidencias de forma justa.
(2) VALOR – El valor es una virtud cuando ejercemos nuestra voluntad para lograr nuestros objetivos aun cuando enfrentemos oposición, ya sea de otros o de nuestro interior. Esta virtud es la que nos hace luchar con las dificultades, resistir las tentaciones y revaluar nuestras motivaciones. En la categoría de valor se encuentran las siguientes cuatro virtudes de carácter:
I. Autenticidad: decimos la verdad, presentándola de manera clara, genuina y sin pretensiones y asumiendo nuestra responsabilidad.
II. Valentia: no huimos ante las amenazas o los desafíos, ni tampoco ante el dolor, sino que defendemos lo que es correcto, aunque tengamos oposición.
III. Persistencia: actuamos como es correcto, aunque por ello no seamos populares.
IV. Entusiasmo: afrontamos la vida con entusiasmo y energía; no hacemos nada a medias; vemos la vida como una aventura; nos sentimos vivos y activos.
(3) HUMANIDAD – La humanidad es una virtud cuando tenemos relaciones afectivas positivas con los demás, cuando tenemos la disposición de cuidar a otros y hacer amigos. En la categoría de humanidad se encuentran las siguientes tres virtudes de carácter:
I. Bondad: hacer favores y ayudamos y cuidamos a los demás.
II. Amor: valoramos y cuidamos las relaciones que tenemos con los demás y estar cerca de ellos.
III. Inteligencia social: somos conscientes de nuestros sentimientos y de los demás, y sabemos adaptarnos a diferentes situaciones sociales.
Conclusión
Los seres humanos podemos ser los peores críticos de nosotros mismos. No queremos fallar ni cometer errores por lo que, cuando lo hacemos, nos insultamos a nosotros mismos duramente, quedando con el sentimiento de que no servimos para nada.
Sin embargo, todos tenemos fortalezas en diferentes áreas y virtudes con las que nacemos. Hoy hemos presentado los conceptos generales sobre la sabiduría, el valor y la humanidad y en un próximo programa presentaremos los conceptos generales sobre la justicia, la templanza y la trascendencia, para poder identificar y mejorar nuestras virtudes y así influir positivamente en nuestro propio bienestar y el de la sociedad.
Cada uno de nosotros fue creado por Dios con estas virtudes y ese mismo Dios es quien también nos da la fuerza para seguir adelante, influenciando para bien la vida de quienes nos rodean y de la comunidad toda.
Recuerda lo que nos dice la Biblia en Génesis 1:27: «Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.«
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