Mis queridos amigos, ¡este lunes 4 celebramos el día de la Independencia en los Estados Unidos! Así que hoy queremos conversar con ustedes acerca de la independencia, pero una independencia diferente: la independencia de nuestros hijos. Para los latinos en los Estados Unidos este es un tema especial y delicado, porque en la mayoría de nuestros países nuestros hijos se independizan y se mudan de la casa paterna cuando se casan y hacen sus propias familias. Y hay algunos que aun después de casarse se quedan en casa. Pero ese es otro tema. El asunto es que acá en los Estados Unidos, la mayoría de los muchachos se independizan a los 18 años cuando se van a la Universidad y comienzan su vida de adultos.
(Noemí) Allí tú y yo diferimos. Para mí, ¡a los 18 años todavía son niños! El cerebro termina de desarrollarse completamente cerca de los 25 años y en algunos casos, más tarde. Entonces, sobre todo a las madres, nos cuesta dejar ir a nuestros niños de 18 años a vivir lejos de casa y emprender su vida de adultos sin aún serlo completamente.
Bueno, lo cierto es que nuestros hijos tienen la necesidad de independizarse, y nosotros como padres debemos empoderarlos y prepararlos para eso. No debemos mimarlos y hacerlos sentir que no se pueden valer por sí mismos sin nosotros. Así que hoy vamos a conversar con ustedes acerca de cómo preparar a nuestros hijos para su independencia. En la segunda parte de este programa, la otra semana, hablaremos de cómo prepararnos nosotros como padres para cuando ellos se vayan y levanten vuelo.
Y queremos poner a tu disposición nuestro folleto titulado «Cuando los hijos se van« para que puedas obtener más información en cuanto a este tema. Lo puedes descargar de forma gratuita en la sección de recursos en esta página web.
La Dr. Melissa Deuter, psiquiatra en San Antonio, Texas, y profesora asistente clínica de psiquiatría en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, escribió un artículo titulado «5 maneras de preparar a su adulto joven para salir volando del nido». Discutamos juntos estos 5 consejos.
1. Primero, prepárate tú. Eso ya lo comenzaste a hacer al escuchar este podcast. Y entraremos más en detalle en cuanto a este punto en un momento. La separación puede ser verdaderamente difícil para los padres por lo que, si no la gestionamos, puede complicar el proceso de independencia para nuestros hijos. Así que sigue escuchando que en un momento te diremos más.
2. Comienza lo antes posible. La verdad es que preparamos a nuestros hijos para su independencia desde que nacen y van creciendo, cuando les enseñamos a hablar, a vestirse, a comer, etc. No importa lo pequeño que esté tu hijo, puedes comenzar a darle pequeñitas responsabilidades, como tirar su pañal sucio en la basura cuando ya sabe caminar, etc. Y a medida que nuestros hijos se van convirtiendo en adolescentes, necesitamos comenzar a pensar y a planear cómo enseñarles las habilidades que queremos que tengan cuando estén sin nosotros.
3. Enséñale habilidades específicas que necesitará fuera de casa. Para esto, debemos darle espacio a nuestros adolescentes para asumir responsabilidades y cometer errores mientras todavía viven en casa para darles muchas oportunidades de práctica supervisada. Algunos ejemplos:
* En el aspecto emocional: la capacidad de identificar sus emociones y las de los demás, de calmarse, mostrar autocontrol, esperar pacientemente, resolver problemas, retrasar la gratificación, tolerar sentimientos incómodos, aprender a retirarse de una pelea y ser capaz salir de una situación social fuera de control (como una reunión de amigos que consumen drogas).
* En el aspecto social: saber cómo mantener una conversación con una persona de cualquier edad, escoger bien a sus amigos, defender a un amigo, mantener un secreto (o negarse a guardar un secreto), ignorar el mal comportamiento de otros, enfrentarse a alguien que está fuera de lugar, escuchar con atención, admitir la culpa y disculparse, hablar de un conflicto con un amigo (o compañero de cuarto), decir «te quiero» y abrazar.
* En una relación romántica: las citas entre adolescentes pueden ayudarlos a aprender a distinguir entre amor y enamoramiento, a navegar sus sentimientos románticos, a romper con un novio o novia de manera saludable, a hacerle frente al rechazo, a decir que no y a controlar el impulso de entrar en relaciones físicas.
* En el aspecto financiero: Antes de salir de casa, los adolescentes necesitan aprender a hacer y seguir un presupuesto administrando su dinero, balanceando su chequera, ahorrando para emergencias, manteniendo sus cuentas bancarias y pagando sus facturas. Deben también saber cómo o con quién hacer su declaración de impuestos.
* En lo académico y laboral: los chicos deben aprender responsabilidades básicas antes de irse de la casa, cómo ser puntuales, mantenerse enfocados en una tarea específica y cómo prestar atención a los detalles. El voluntariado o el trabajo a tiempo parcial pueden desarrollar aún más estas habilidades.
* En las tareas domésticas: Habilidades básicas de cocina, mantenimiento básico de un automóvil y cómo cambiar un neumático, lavar y doblar la ropa, habilidades de limpieza para un dormitorio o apartamento, y manejar pequeñas emergencias domésticas como un inodoro obstruido.
* En el autocuidado: Nuestros hijos deben estar equipados para pedir ayuda, decir que no, ser asertivos, retirarse a un lugar tranquilo para re-pensar las cosas, hablar o escribir sobre problemas difíciles, y conectarse con una comunidad religiosa para obtener apoyo.
* En cuanto a la salud: Todo adulto necesita tener conocimientos de su historial clínico, solicitar una receta de un medicamento en una farmacia o saber cómo auto diagnosticar enfermedades simples como la gripe, alergias, etc., cómo usar un termómetro y tomar medicamentos sin receta y sus dosis adecuadas.
4. Discute cuánto estarás (o no) disponible para ayudar después de que tu hijo se vaya de casa. Establecer claramente los parámetros le ayudará a tu hijo a saber cuándo pedirte ayuda y cuándo necesita resolver un problema él mismo. Nuestros hijos necesitan saber cuánto tiempo pueden vivir en casa y si los padres les ayudaremos con un primer apartamento de alquiler, o si pagaremos la matrícula universitaria, los mantendremos en el seguro de salud familiar, etc.
5. Planifica cada escenario posible. Si tu hijo va a la universidad con tu ayuda económica, ¿has discutido qué pasará si tiene malas calificaciones, si siente nostalgia o quiere cambiar de escuela? Si tu hijo se va a vivir a una nueva ciudad, ¿has hablado de cómo responderás si te llama pidiendo dinero porque no puede cubrir los gastos? Un plan claro evita que los padres tomen decisiones apresuradas cuando los ánimos están caldeados.
Preparar a nuestros hijos para independizarse y para la vida adulta no es una tarea fácil y puede ser un momento emotivo porque sabemos que se irán de casa. Pero también puede ser un momento de suma alegría y orgullo. En vez de sucumbir ante el hecho de que se irán de casa, enfoquémonos en seguir preparándolos bien para enfrentar la vida real.
Y es que la relación con tus hijos no se termina cuando se mudan de tu casa y comienzan su vida de adultos, sino que se modifica. Y tienes la oportunidad para enriquecer esa relación. Busca nuevas maneras de estar en contacto con ellos, ya sea por teléfono o Internet. Recuerda que nunca dejarás de ser el padre o la madre de tu hijo. Simplemente tu rol ya no será el mismo, porque tu hijo tampoco es el mismo. Ser padre y consejero de un hijo adulto es también una tarea vital que es preciso tomar con mucha responsabilidad.
Si el proceso de preparar a tus hijos para su independencia y aceptar en tu corazón que debes dejarlos ir te está resultando muy difícil de sobrellevar, no es necesario que lo enfrentes solo o sola. El conversar con otros padres que están viviendo lo mismo puede ayudarte mucho. Y quizás puedas intentar ir a terapia, o buscar ayuda participando en una iglesia y acudiendo a un consejero espiritual.
Recuerda que en Vivenciar.net tenemos personas dispuestas a conversar contigo cuando necesitas consejos o desahogarte con alguien de forma confidencial. El punto es que no vivas el proceso de preparar a tus hijos para levantar vuelo tú solo, que no te estanques en el dolor o la incomodidad el cambio, perdiendo la posibilidad de disfrutar el momento y de sentirte orgulloso de tu logro: tú criaste y educaste a ese hijo que ahora comienza a ser independiente. Este es un gran motivo para celebrar.
Y recuerda que Dios está contigo en cada paso de este proceso.
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