Los 4 pilares de la pareja: el pilar físico

Introducción

Toda relación de pareja se basa en cuatro pilares que la mantienen estable y fuerte. Como ya hemos venido haciendo durante este mes de febrero, mes del amor, vamos a seguir conversando más hoy acerca de esos pilares y de cómo podemos desarrollarlos, aclarando que cada pilar debe construirse y fortalecerse gradualmente y permanecer equilibrados.

En el programa anterior hablamos del pilar emocional. Pueden escucharlo para obtener más información, pero también pueden escuchar este episodio sin escuchar el otro.

Hoy vamos a enfocarnos en el pilar físico, pero antes queremos ofrecerte nuevamente el folleto titulado Tú, yo y nosotros, por el Dr. David Ludwig, que puedes descargarlo en forma gratuita en nuestro sitio web, donde también puedes comunicarte con nosotros a través del chat.

El pilar físico

Según Ludwig, el pilar físico de una relación se desarrolla a medida que nos sentimos más cómodos en el contacto físico y la intimidad sexual. La relación sexual tiene que ser placentera para ambos y gradualmente volverse más íntima, manteniéndose en equilibrio con los otros pilares de la relación de pareja. El contacto físico apropiado crea intimidad, dando una base poderosa a la relación y conduciendo, a la maravillosa y misteriosa intimidad de convertirse en «una sola carne».

Pero el contacto físico inapropiado o la falta de contacto físico, daña este pilar. A menudo, el pilar físico no está a la par de los pilares intelectual, emocional y espiritual. Si la relación sexual entra en escena demasiado pronto, se omiten muchos de los pasos para construir la intimidad física, debilitando así este pilar. La pareja nunca experimenta la alegría del simple contacto físico: tomarse de la mano, abrazarse, un simple beso, etc. De hecho, una pareja con un pilar físico mal construido puede dejar de acercarse físicamente gradualmente, hasta que incluso la relación sexual se detiene.

Haz de tu relación de pareja un lugar de abrazo

Un pilar físico saludable significa que hay mucho contacto físico no sexual todos los días. La mayoría de las relaciones no se dan suficientes abrazos al día. Para que las cosas funcionen sin problemas, debemos ser intencionales y tratar de abrazarnos varias veces al día, buscar oportunidades para tomarnos de la mano y momentos más largos para acurrucarnos.

Por otro lado, recordemos que los hombres y las mujeres tienden a anhelar diferentes tipos de afirmación de parte de su pareja. A los hombres generalmente les gusta esa mirada de respeto en los ojos de una mujer para sentirse amados, mientras que las mujeres suelen apreciar esa mirada de amor en los ojos de un hombre para sentirse amadas.

Para ellas: Por el bien de la relación de pareja, no menosprecies a tu hombre. Muéstrale respeto, incluso si no lo merece en este momento. Ese regalo le ayudará a valorar tus necesidades tanto como las suyas.

Para ellos: Por el bien de la relación de pareja, no consideres a tu mujer como difícil o sin importancia. Demuéstrale que ella es la parte más preciada y especial de tu vida. Haz esto incluso si ella no se lo merece en este momento. Ese regalo la ayudará a valorar tus necesidades tanto como las suyas.

Cómo fortalecer el pilar físico en la relación de pareja

1. Nutre la relación – Trata de ver la relación de pareja como si fuera una «tercera persona» que comienza siendo un «bebé» que necesita cuidado y atención. Para que ese «bebé» crezca fuerte hay que hacer de él una prioridad, desarrollando hábitos que incluyan tiempo cada día (como dar un paseo juntos) para conversar sobre la vida. Quizás puedas reservar una noche a la semana como una «noche de cita»: ¡eso es buenísimo para la relación de pareja!

2. Construye una mejor intimidad física – Trata de iniciar un contacto no sexual cada vez que estés con tu pareja. Por ejemplo: darse un abrazo cada vez que uno de los dos se va o llega a la casa, caminar tomados de las manos, recostarse el uno en el otro cuando miran la televisión.

Para ellos: Piensa en el contacto físico con tu mujer como una forma de darle seguridad y amor, sin hacerla sentir que quieres algo más, especialmente si el toque tiene connotaciones sexuales.

Para ellas: piensa en el contacto físico con tu hombre como una forma de mostrarle admiración y respeto, sin que sea condescendiente si no es sincero.

Lo que dice Dios

Linda Bartlett autora del libro El fracaso de la educación sexual en la iglesia, nos recuerda que debido a nuestra pecaminosidad, el matrimonio y la relación de pareja es un trabajo duro que requiere la apreciación de nuestras diferencias y el compromiso de trabajar juntos con confianza, amistad y amor.

El matrimonio puede ser una relación hermosa. Después de todo, es el diseño de Dios que la unión marital del hombre y la mujer se convierta en el nido de una nueva vida, la base para el hogar y la familia. Y aun cuando pecado ha distorsionado el diseño perfecto de Dios, incluso en la decepción y dificultad un matrimonio fiel es la base de una sociedad saludable.

El matrimonio es el increíble trabajo en equipo de un hombre y una mujer, los dos ojos de la raza humana. Ambos ojos son necesarios para tener una perspectiva adecuada de todos los asuntos de la vida.

La intimidad en el matrimonio no se trata solo del acto sexual. Es la confianza, la compañía y la fidelidad amorosa más perfecta de este lado del cielo. Es la unidad de dos espíritus en esta vida, hombre y mujer, cada uno animando al otro a viajar bien a un destino seguro.

Conclusión

Construir una pareja es como construir una vivienda. Si bien hay muchos tipos de viviendas, cada una necesita tener sus propios planos, una base sólida, buenos materiales de construcción y un diseño balanceado. La estructura de tu pareja es invisible, pero debe ser planificada cuidadosamente y establecida de manera balanceada.

Cada pareja está construida sobre cuatro pilares: el pilar intelectual, el pilar emocional, el pilar físico y el pilar espiritual. Cada pilar debe ir siendo construido y fortalecido gradualmente, y los cuatro deben estar siempre balanceados en cuanto a la profundidad de su intimidad. Cuando estos pilares son fuertes y están balanceados, tu hogar puede soportar las tormentas de la vida.

El pilar físico de nuestra relación de pareja se profundiza y fortalece a medida que nos sentimos más cómodos con nuestra pareja, pero también a medida que vamos profundizando y fortaleciendo los otros tres pilares.

En el próximo programa hablaremos sobre el cuarto y último pilar de la pareja: el pilar espiritual. ¡Hasta entonces!

Tú, yo y nosotros