Reconociendo el Trastorno de Estrés Postraumático

INTRODUCCIÓN

El 27 de junio es el Día Nacional de Concientización sobre el trastorno de estrés postraumático (TEPT), una condición de la salud mental que se desencadena luego de haber visto o experimentado un evento aterrador. Y de eso queremos conversar con ustedes el día de hoy. Una buena gestión después de que se desarrollan los síntomas del trastorno de estrés postraumático es fundamental para reducir los síntomas y mejorar el bienestar.

SÍNTOMAS

De acuerdo a la Clínica Mayo, los síntomas de este Trastorno incluyen recuerdos intrusos, evasión, cambios negativos en el pensamiento y el estado de ánimo y cambios en las reacciones físicas y emocionales. Veámoslos en detalle.

Recuerdos intrusos – Los síntomas de los recuerdos intrusos pueden incluir:

* Recuerdos recurrentes, involuntarios y angustiantes del evento traumático

* Revivir el evento traumático como si estuviera sucediendo de nuevo (flashbacks)

* Sueños molestos o pesadillas sobre el evento traumático

* Angustia emocional o reacciones físicas a las cosas que le recuerdan el suceso traumático

Evasión – Los síntomas de evasión pueden incluir:

* Tratar de evitar pensar o hablar sobre el evento traumático

* Evitar lugares, actividades o personas que le recuerden el evento traumático

Cambios negativos en el pensamiento y el estado de ánimo – Los síntomas de cambios negativos en el pensamiento y el estado de ánimo pueden incluir:

* Pensamientos negativos sobre uno mismo, otras personas o el mundo

* Falta de esperanza sobre el futuro

* Problemas de memoria, incluyendo no recordar aspectos importantes del evento traumático

* Dificultad para mantener relaciones cercanas

* Sentirse desapegado de la familia y los amigos

* Falta de interés en las actividades que alguna vez disfrutaste

* Dificultad para experimentar emociones positivas

* Sentirse emocionalmente insensible

Cambios en las reacciones físicas y emocionales – Los síntomas de los cambios en las reacciones físicas y emocionales pueden incluir:

* Asustarse fácilmente

* Estar siempre en guardia contra el peligro

* Conductas autodestructivas, como beber demasiado o conducir demasiado rápido

* Problemas para dormir

* Problemas para concentrarse

* Irritabilidad, arrebatos de ira o comportamiento agresivo

* Sentimientos de culpa o vergüenza abrumadoras

PREVENCIÓN

Miedo, ansiedad, ira, depresión, culpa, todas estas son reacciones comunes al trauma. Sin embargo, la mayoría de las personas expuestas a trauma NO desarrollan el trastorno de estrés postraumático.

Obtener ayuda y apoyo a tiempo puede evitar que las reacciones de estrés normales empeoren y se conviertan en trastorno de estrés postraumático. Por ejemplo, podemos recurrir a familiares y amigos para que nos escuchen y ofrezcan consuelo o buscar un profesional de la salud mental para hacer terapia. Algunas personas también pueden encontrar útil recurrir a su comunidad de fe. El apoyo de otros puede ayudar a evitar que recurramos a métodos de afrontamiento poco saludables, como el uso indebido de alcohol o drogas.

El Instituto Nacional de la Salud Mental también dice que no todas las personas que atraviesan por una situación peligrosa sufrirán del trastorno de estrés postraumático. Hay muchos factores que desempeñan una función en esto, algunos de los cuales están presentes antes de la experiencia traumática, mientras que otros cobran importancia durante y después del acontecimiento traumático.

Los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de tener trastorno por estrés postraumático incluyen:

* haber pasado por circunstancias peligrosas o traumáticas;

* salir lastimado o ver a personas heridas o que fallecen;

* haber tenido traumas infantiles;

* sentir terror, impotencia o miedo extremo;

* tener poco o ningún apoyo social después de un acontecimiento traumático;

* enfrentar estrés adicional después de la experiencia traumática, como la pérdida de un ser querido, dolor y lesiones, o la pérdida del trabajo o del hogar;

* tener antecedentes personales o familiares de enfermedades mentales o del uso de sustancias.

Por su parte, los factores de resiliencia que pueden reducir la probabilidad de presentar trastorno por estrés traumático incluyen:

* buscar la ayuda de amigos, familiares o grupos de apoyo;

* aprender a sentirse bien con la forma en que se actuó en respuesta a la experiencia traumática;

* contar con una estrategia de afrontamiento para superar y aprender de un evento traumático;

* estar preparado y ser capaz de responder a acontecimientos perturbadores cuando estos ocurran, a pesar de sentir miedo.

TRATAMIENTO

Hay una variedad de tratamientos que pueden ayudar a recuperar el sentido de control sobre la vida. El principal es la psicoterapia, pero esta afección también se trata con medicamentos. La combinación de estos tratamientos puede ayudar a mejorar los síntomas:

* Aprendiendo estrategias para controlar los síntomas

* Aprendiendo a tener pensamientos más positivos sobre uno mismo, sobre los demás y sobre el mundo

* Aprendiendo distintas maneras de afrontar los síntomas si vuelven a aparecer

* Tratando otros problemas a menudo relacionados con experiencias traumáticas, como la depresión, la ansiedad o el abuso de alcohol o drogas

No tienes que tratar de manejar la carga del trastorno de estrés postraumático por tu propia cuenta. Tu terapeuta puede ayudarte a encontrar las herramientas necesarias para manejar mejor las situaciones estresantes y hacer frente al estrés en tu vida.

NO ESTÁS SOLO

Cuando al tratamiento médico le agregamos la fe, creamos una combinación que conduce a la restauración y la curación.

Queremos aprovechar para poner a tu disposición nuestro folleto titulado «El conflicto en casa: El soldado que sufre de TEPT». Es dedicado a los soldados, pero tiene información muy interesante para cualquier persona enfrentando este trastorno. Lo puedes descargar de forma gratuita en la sección de RECURSOS de esta página web, al igual que en nuestra aplicación móvil gratis CPTLN.

Si tú o alguien a quien conoces está luchando con el TEPT, queremos animarte con el siguiente acrónimo a partir de la palabra ESPIRITUAL:

E– No estamos solos.

S – Dios nos sostiene con su mano.

P – Tenemos paz porque Dios está «a cargo».

I – Él nos inspira a superar nuestra situación.

R – Nos reconecta con nuestros seres queridos.

I – Nos fortalece para ir en una dirección positiva.

T – Nos transforma por su amor.

U – Nos unifica en un cuerpo, una comunidad, la iglesia de Cristo.

A – Nos ayuda a adaptarnos a la nueva situación.

L – La lucha cambia: con la ayuda de Dios puedo __________.

CONCLUSIÓN

Es normal sentirse mal después de sucesos difíciles. Pero si esos sentimientos continúan por más de tres meses, busca ayuda. El TEPT es una condición médica. Así como no te curas por ti mismo si tienes cáncer o si te fracturas un brazo, tampoco te curas por ti mismo del TEPT. Busca la ayuda que necesitas.

Si te han diagnosticado con el trastorno de estrés postraumático, sigue las indicaciones de tu médico y coordinador de servicios. Hasta los pasos más simples pueden hacer una gran diferencia. Cuenta lo que estás pensando y sintiendo. Nadie puede leerte la mente.

Puede que en este momento estés sintiendo mucho dolor, culpa e incluso vergüenza por causa de la situación difícil que viviste. Parte del desafío es resolver todo eso. Pero, por más importantes que sean esas emociones, más importante aún es que sepas con absoluta certeza que, en Jesús, Dios te ama y desea darte esperanza y sanidad.

Tú puedes contar con las fuerzas y dones que Dios te ofrece. Gracias por escuchar este programa. Si es necesario, tómate el tiempo necesario para oírlo de nuevo. Si en algún momento durante el programa sientes que necesitas descansar y tomar un poco de aire, está bien que lo hagas. Pero si caes en un pozo depresivo o quieres lastimarte a ti o a otra persona, detente y busca ayuda.

Y recuerda que, junto con todos los tratamientos para el TEPT, la fe y la esperanza en Dios son de vital importancia. Dios te ha dado herramientas increíbles para mejorar tu situación. Asegúrate de usarlas. Estamos juntos en esto. Mañana va a ser mejor. Tan seguro como que Dios te ama, puedes estar seguro de que, con su ayuda, vas a superar a el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).

El conflicto en casa