Ante el desánimo
En general, los padres nos esforzamos por hacer lo mejor para que nuestros hijos se conviertan en adultos felices y miembros productivos y contribuyentes de la sociedad. Pero no siempre lo logramos. La forma en que fuimos criados, las culpas y cicatrices que acarreamos, el ambiente en que vivimos, todo esto muchas veces se interpone.
Si te sientes desanimado o has perdido la fe en ti mismo, te invitamos a que meditas en las siguientes palabras escritas por el apóstol Juan:
«En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor.»
1 Juan 4:18