Revístanse de amor
El miedo nos hace pensar en forma negativa y esto, a su vez, puede llevarnos a actuar con agresividad o con excesiva timidez, tratando de pasar desapercibidos; o puede volvernos indecisos, o hacernos demasiado sumisos o arrogantes. En definitiva, el miedo saca afuera lo peor de nosotros.
Demos gracias a Dios, que nos ha provisto una solución. Escuchemos lo que nos dice Colosenses 3:13-14:
Sean mutuamente tolerantes. Si alguno tiene una queja contra otro, perdónense
de la misma manera que Cristo los perdonó. Y sobre todo, revístanse
de amor, que es el vínculo perfecto.
Te invito a que le pidas hoy a Dios que te revista con su amor, y que te ayude a ser tolerante y perdonar a quienes te rodean, así como él te ha perdonado a ti.