Si Dios no te condena…
¿Alguna vez te ha pasado que no lograbas perdonarte a ti mismo? ¿Alguna vez has sentido como que merecías sentir culpa? Cuando eso te suceda recuerda que, si Dios te puede perdonar, ciertamente tú también puedes perdonarte a ti mismo. Escucha las siguientes palabras de la Biblia:
«Por tanto, no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús». (Romanos 8:1)
Jesucristo vino al mundo para hacerse cargo de todas nuestras culpas. Con su muerte y resurrección nos consiguió el perdón y nos abrió las puertas de la vida eterna. Gracias a él, ya no somos condenados. ¿Qué tal si le pides a Dios que grabe hoy esta promesa en tu corazón? Pídele que te ayude a recordarla cada día, para que así puedas vivir en la seguridad de su misericordia, su perdón y su amor.