Una vida balanceada
No es fácil llevar una vida balanceada. Sin duda alguna es una batalla dura, agotadora y que parece no tener fin. Pero sí es posible. ¿Cómo? Descansando en el Señor. Dios quiere preservarnos, corregirnos y darnos libertad de acción, enseñándonos sus caminos y guiándonos a través de sus enseñanzas. El rey David no tuvo duda de ello y así lo expresó en el Salmo 27.
Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor! (Salmo 27:13-14)
Permite que Dios supla tu necesidad de gozo, de libertad y de seguridad. Permite que él absorba tus deseos de paz, unidad y comunión con él. Y permite también que él te guíe enseñándote sus caminos y cubriéndote con su protección, para que así puedas encontrar en él el reposo que necesitas en tu vida.