Él todo lo calma

Regresa

¿Alguna vez has ido al mar? ¿Qué haces cuando ves venir una ola? ¿Te hundes en el agua o la montas con denuedo y valentía? Me gusta pensar que la vida entera es como un mar, con muchas olas de cambios, retos, alegrías y duelos. El Salmo 65:7 nos recuerda:

«Tú sosiegas el estruendo de los mares,
acallas el estrépito de sus olas
y silencias el alboroto de los pueblos».

Aun en medio de esas olas de cambios y desafíos es posible disfrutar de la vida que Dios nos ha dado. Cuando confiamos en que Dios nos acompaña en todo momento, podemos montar con confianza el estruendo de los mares de la vida y el estrépito de sus olas, sabiendo que Él está en control.

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