Heridas sanadas
¿Tienes heridas en tu vida que te aturden, que te perturban, que te sangran y te hacen apartarte de los demás? Si es así, tengo una buena noticia para darte: Jesús venció en la cruz para darnos su paz y sanar nuestras heridas, perdonando nuestros pecados y dándonos fuerzas para perdonar a quienes nos las causaron. Isaías 53:5 nos dice:
[Jesús] será herido por nuestros pecados; ¡molido por nuestras rebeliones!
Sobre él vendrá el castigo de nuestra paz, y por su llaga seremos sanados.
Hoy te invito a que le pidas a Dios que, a través de Jesús, sane tus heridas y cicatrices y te llene de su perdón y amor para que puedas vivir a pleno la vida que Él te ha dado.