Estén quietos
«Estén quietos, y sepan que Yo soy Dios», nos dice Dios en el Salmo 46. Es que la actividad extra que nos produce la ansiedad, no permite que Dios se manifieste en nuestra vida con todo su poder. Pero este «estar quietos» no significa quedarnos pasivos y sin hacer nada. Por el contrario, significa hacer lo que Dios quiere que hagamos, pero sin ir corriendo delante de Él. Significa someterse a Él, esperando y siguiendo su guía. ¿Para qué? Para asegurarnos de tener la paz que nos acompaña cuando andamos por sus caminos. Colosenses 3:15 nos dice:
Que en el corazón de ustedes gobierne la paz de Cristo…
Entonces, amigo, te exhorto a que le pidas siempre a Dios que te revele su voluntad y luego «quédate quieto», reconoce que Él está a cargo y sabe lo que está haciendo. Él te va a guiar por sus caminos.