Un día maravilloso
Hoy es un día maravilloso, más allá de que haya sol o esté nublado. Eso realmente no es lo que determina que un día sea maravilloso. Lo que lo determina es tu relación con Dios. Porque cuando caminas unido a Dios, él transforma tu tristeza en alegría, tus fracasos en triunfos, tus derrotas en victoria. El Salmo (30:11) dice:
Tú cambias mis lágrimas en danza; me quitas la tristeza y me rodeas de alegría.
¿Has escuchado bien? Dios cambia hoy tus lágrimas en danza, te quita la tristeza y te rodea de alegría. ¿Cómo sucede esto? Solo tienes que seguir el consejo que Jesús le dio a Jairo cuando le dijo: «No temas, solo debes creer».
Preséntate en oración ante el Rey de Reyes y Señor de Señores, y dile: «Gracias, Señor, porque he comprendido hoy que cuando me acerco a ti, tú me transformas».