Nuestro refugio
Todos tenemos cerca personas de buenos sentimientos y que nos quieren bien. Pero también estamos rodeados de personas con malas intenciones cuyas acciones nos molestan, nos duelen y nos perjudican, e incluso muchas veces nos llevan a una batalla. La buena noticia es que, cuando confías tu vida al Señor, Él te protege, ayuda y defiende en todo momento. Escucha lo que Dios nos dice el Salmista:
«Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; nuestra ayuda en momentos de angustia. Por eso no tendremos miedo… ¡El Señor todopoderoso está con nosotros!» Salmo 46.1-2a,11(8)a (DHH)
Dios es el refugio de todo creyente. Por lo tanto, podemos dejar de luchar con nuestras propias fuerzas y descansar en Él, quien nos sustenta en las pruebas de la vida y nos protege de todo peligro.