El enojo pobremente manejado es la raíz de muchos problemas, incluyendo la mala salud, las enfermedades crónicas la depresión, las relaciones infelices, la violencia, y el crimen. A algunos de nosotros se nos enseñó que está mal enojarse, mientras que a otros se nos dio permiso para enojarnos. Pero la verdad es que todos nos enojamos, porque el enojo es un sentimiento natural que nos advierte que algo está mal. Aprender a expresar el enojo en forma apropiada es un desafío. Para lograrlo, es necesario que lo reconozcamos, lo entendemos, y sepamos cómo tratarlo. El enojo es una oportunidad para conocernos y entendernos mejor, y para aprender a resolver los conflictos.