Dominio propio
El dominio propio es una cualidad que nos permite controlar nuestras acciones, emociones y pensamientos. Quienes carecen de dominio propio son como una ciudad vulnerable y expuesta a todo tipo de peligros. La Biblia lo dice de esta manera en Proverbios 25:
«Una persona sin control propio es como una ciudad con las murallas destruidas» (Proverbios 25:28 NTV)
El dominio propio nos ayuda a vivir una vida equilibrada y en armonía con nuestro prójimo. Nos permite tomar decisiones sabias, controlar nuestras emociones y resistir las tentaciones. En definitiva, el dominio propio nos acerca cada vez a la plenitud de la estatura de Cristo.