El amor propio

Regresa

El amor propio sano es una herramienta poderosa para amar y servir a los demás. Jesús establece un vínculo inseparable entre amar a otros y tener un amor saludable por uno mismo, cuando nos dice en Mateo 22:

“Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo” (Mateo 22:39)

Amarnos a nosotros mismos no es ser egoísta, sino reconocer nuestra identidad en Dios y amarnos como creaciones valiosas suyas. Pidámosle hoy a Dios que nos ayude tener un amor propio equilibrado, apreciando quiénes somos en Cristo y reflejando ese amor a los demás. Porque es en ese equilibrio, que descubrimos que el amor propio se convierte en un acto de adoración y servicio a nuestro Creador y al prójimo.

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