Hoy seguimos en el emocionante proceso de reflexión y crecimiento personal, explorando las enseñanzas clave del libro ‘Construye la vida que quieres: el arte y la ciencia de ser más feliz’, escrito por Arthur C. Brooks y Oprah Winfrey.
¿Cómo podemos lograr una mayor felicidad? En este episodio, hablaremos de los desafíos que enfrentamos en el proceso de cultivar amistades auténticas, qué podemos hacer para superarlos y cómo podemos convertir los obstáculos en oportunidades para fortalecer los vínculos significativos.
Si bien la pandemia de COVID ha cambiado la forma en que nos relacionamos, pero la buena noticia es que nunca es tarde para aprender a hacer amigos y mejorar nuestras relaciones.
La amistad, como el segundo pilar fundamental para una vida más feliz (tras la familia, discutida en el programa anterior), tiene el poder de aliviar las dificultades diarias. Reunirse con amigos cercanos después de una larga separación es una experiencia maravillosa. Las investigaciones demuestran que la amistad es crucial para prosperar, ya que tener amigos cercanos ayuda a mantener la felicidad.
Sin embargo, cada vez nos estamos apartando más de nuestras amistades y acercándonos más a las pantallas y los medios sociales, lo que hace que, especialmente para los más jóvenes, les resulte sumamente difícil establecer amistades en persona. La buena noticia es que, a pesar de los desafíos que tengamos que enfrentar, nunca es tarde para reavivar viejas amistades o desarrollar nuevas. Veamos cuáles son esos desafíos y qué podemos hacer para superarlos.
El primer desafío que debemos enfrentar es nuestra personalidad. Una forma fácil de medir nuestra salud en términos de amistad, es tener al menos un amigo íntimo aparte del cónyuge, y un máximo de diez amigos con quienes uno puede pasar tanto tiempo como llamarlos de amigos.
Este número varía si uno es introvertido o extrovertido. Los extrovertidos por lo general se rodean de más amistades, aunque a un nivel más superficial, mientras que los introvertidos pueden tener menos amistades, pero relacionarse a un nivel más profundo. Lo importante es saber que siempre es posible mejorar nuestras habilidades sociales, más allá de nuestra personalidad. Así que, no dejes que tu personalidad te impida tener amistades reales. Si eres introvertido, comienza a compartir tus sueños con tus amigos. Y si eres extrovertido, comienza a profundizar la relación con algunas de tus amistades.
El segundo desafío que enfrentamos para construir una vida más plena y satisfactoria teniendo amistades, es cultivando amistades por conveniencia. Para que una amistad sea real, la relación no debe ser un simple escalón o punto de partida para obtener algo, sino una bendición en sí misma.
Una manera de lograr esto es forjando amistades fuera de nuestro ambiente de trabajo o de estudio, en lugares donde las conexiones no sirvan para nada y lo único que importe sea conocer y ser conocido por el otro a un nivel profundo.
Las amistades reales son difíciles de mantener, pero muy valiosas, por lo que es esencial tener un plan para mantener el contacto. Uno o dos amigos reales pueden ser más valiosos que muchos por conveniencia.
El tercer desafío que amenaza la amistad, es el apego a nuestras opiniones. Se dice que el apego, a lo que sea, causa sufrimiento, por lo que debemos liberarnos de él para encontrar paz. Esto implica examinar honestamente a qué estamos tan apegados, sea dinero, poder, creencias políticas o religiosas, que eso se interpone en nuestras amistades.
Como contrapartida, la humildad se asocia con felicidad, satisfacción y capacidad para lidiar con el estrés. La humildad la podemos cultivar de la siguiente forma:
1. En primer lugar, admitiendo cuando estamos equivocados y abriéndonos a los puntos de vista de los demás.
2. En segundo lugar, desafiando nuestras propias suposiciones y construyendo un «equipo de rivales» que cuestione nuestras ideas.
3. Por último, comenzar a reconsiderar nuestras creencias a la luz de las creencias de los demás.
A pesar de posibles críticas, la flexibilidad para cambiar de opinión se presenta como una valiosa lección de vida, ya que puede conducir a relaciones más ricas y a una mayor felicidad.
El cuarto desafío que enfrentamos en nuestras amistades es el pensamiento mágico, que se aplica más que nada a nuestra pareja, a quien a menudo nos olvidamos de contar entre nuestras amistades.
Aunque al principio de una relación romántica nos enamoramos apasionadamente, ese amor intenso disminuye con el tiempo. La clave para la felicidad a largo plazo radica en el pensamiento mágico de cultivar un «amor de compañerismo», que implica afecto estable, comprensión mutua y compromiso. A diferencia del amor apasionado, que está centrado en uno mismo, el amor de compañerismo se enfoca en la relación de pareja como un equipo. Las relaciones estables, especialmente las románticas, son un predictor crucial de la felicidad en la vejez.
Para mantener viva la atracción mientras la pareja se conoce íntimamente, se sugiere:
1. Primero, mantener ligereza y diversión en la relación.
2. Segundo, centrarse más en «nosotros» que en «yo/tú» durante las discusiones.
3. Tercero, compartir recursos financieros como un equipo.
4. Cuarto, ver los argumentos como oportunidades para fortalecer la relación.
5. Y quinto, considerar el amor de compañerismo como exclusivo.
Las investigaciones sugieren que estas prácticas contribuyen a la felicidad duradera en las relaciones románticas, demostrando que el pensamiento mágico del amor de compañerismo es esencial para la satisfacción a largo plazo, y que tener amigos cercanos fuera de la relación de pareja también es beneficioso.
El quinto desafío que debemos enfrentar y convertir en valiosas oportunidades en nuestras relaciones amistosas, es el mundo virtual.
El aumento del uso de Internet en el hogar se asocia con menos comunicación familiar, una reducción del círculo social y un aumento de la depresión. Aunque la pandemia intensificó la dependencia de la comunicación digital, los estudios sugieren que la misma no reemplaza adecuadamente las interacciones en persona, ya que tiende a ser menos satisfactoria y afecta negativamente la conexión social. A pesar de ello, muchas personas adoptan estas tecnologías por conveniencia y cortesía percibida.
Lo ideal es dar prioridad a la interacción en persona, limitar el uso de tecnologías y usar la comunicación digital como complemento y no sustituto.
Ninguna amistad ocurre automáticamente, sino que necesita atención y esfuerzo. Entonces:
1. No permitamos que la timidez o el miedo al rechazo nos impidan hacer amigos, ni dejemos que la extroversión nos impida profundizar en esas amistades.
2. Construyamos amistades basadas en el amor y el disfrute mutuo, y no en beneficios profesionales o sociales.
3. Esforcémonos para que las diferencias de opinión no arruinen nuestras amistades. La humildad frente al orgullo puede mejorar nuestro amor por los demás.
4. El romance a largo plazo está basado en una amistad fundada en la confianza y el afecto mutuo, no solo de una pasión eterna.
5. La verdadera amistad requiere contacto real; la tecnología puede complementar, pero no sustituir.
La familia y la amistad son esenciales para la felicidad, pero a menudo se invierte más tiempo en el trabajo. El próximo tema es hacer que el trabajo sea una fuente de felicidad más allá de la supervivencia.
Uno de los Proverbios bíblicos dice: “El amigo ama en todo momento; en tiempos de angustia es como un hermano” (17:17). La amistad es un regalo de Dios que refleja su amor en nuestras vidas, así que la construcción de amistades se convierte en una expresión tangible de la lealtad y el apoyo incondicional que caracterizan al amor divino.
Al construir amistades auténticas, recordemos nuestro llamado a ser amigos fieles que reflejen el amor constante de Dios.
Hoy hemos explorado juntos la importancia de construir amistades profundas en un mundo marcado por desafíos sociales y tecnológicos. Aprendimos que la amistad no es automática, sino que requiere atención y esfuerzo, y que cada desafío que enfrentamos al hacer amigos puede convertirse en una oportunidad para cultivar relaciones valiosas.
Así que, ¡adelante! Nunca es tarde para aprender a hacer amigos y mejorar nuestras relaciones. Cada amistad genuina y profundamente real que construyamos es una joya preciosa. Así que, con humildad, amor y dedicación, abracemos la dichosa obra de la amistad y hagamos de nuestras vidas un testimonio de relaciones auténticas y significativas.
¡Que la bendición del amor y la amistad sea la guía en cada paso que demos!