Detalle de lo tratado
Introducción
El diccionario define al pesimismo como la tendencia a ver y juzgar las cosas en su aspecto más negativo o desfavorable.
Muchos de nosotros hemos pasado por experiencias que quizás nos llevan a ver las cosas en forma negativa o a esperar siempre lo peor, enfocándonos en los obstáculos en vez de en la meta final.
Los pensamientos negativos nos pueden ensordecer y entorpecer las buenas noticias.
En su artículo «Por qué el pesimismo nos parece inteligente y el optimismo, simplón», Alejandro Tobar [1] cita lo que dice la psicóloga clínica y experta en ilusión, Lecina Fernández:
«El optimista suena ingenuo, mientras que al pesimista se le atribuye la capacidad de ver más allá. Pero NO es así. En realidad, sucede justo lo contrario. El optimista es capaz de ver la parte positiva, claro, pero también la negativa. Y precisamente por ver el lado oscuro comienza a moverse, con ánimo, para sortearlo o superarlo. Por el contrario, el pesimista solo atenderá a lo negativo y él mismo se frenará para no caer en errores, quedándose instalado en una realidad a medias.»
Peligros del negativismo
El exceso de negatividad tiene muchas consecuencias, entre ellas:
Algo similar les pasó a los discípulos de Jesús el día de Pascua o resurrección. Así lo cuenta sermons4kids [2] :
«El domingo después de Jesús ser crucificado, dos mujeres fueron a la tumba donde Jesús había sido enterrado. Cuando llegaron, encontraron que la piedra había sido removida de la entrada y la tumba estaba vacía. Se sorprendieron al encontrar una tumba vacía y se preguntaban qué sería de Jesús.
Mientras pensaban en esto, dos hombres con ropas brillantes se les aparecieron a las dos mujeres. Ahora no sólo estaban sorprendidas, sino también temerosas. Los hombres les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Tal como les dijo que haría».
Cuando las mujeres escucharon estas palabras, recordaron que Jesús les había dicho que sería crucificado, pero que resucitaría al tercer día. Ahora no se sentían tan sorprendidas al encontrar una tumba vacía. Corrieron a contarle a sus discípulos, y a todos los que vieron».
Estas mujeres y los demás discípulos estaban sumergidos en tanto negativismo, que estaban sordos a lo que Jesús les había dicho antes. Estaban preocupadas por algo que ya había sido resuelto. ¡El negativismo causa eso!
La buena noticia es que el optimismo se puede aprender. Aprender a eliminar el negativismo y reemplazarlo por un pensamiento positivo es, sin duda, uno de los regalos más preciados que puedes darte a ti mismo para una vida más feliz, más pacífica y plena.
Ideas para ser optimista
Entendemos por optimismo a la disposición positiva frente a una circunstancia o frente a la vida en general. Así, el optimismo es una tendencia que tienen algunas personas, por la cual tienden a ver situaciones, hechos o personas, siempre desde un punto de vista más favorable.
Según Beder Axel, en su artículo «¿Cómo eliminar el negativismo en sí mismo?» [3], todo comienza por empezar a creer en uno mismo y a prestar más atención durante todo el día a las cosas que normalmente no notarías.
Los pensamientos negativos nos pueden ensordecer y entorpecer las buenas noticias. Eso le pasó a las mujeres que fueron a la tumba de Jesús el primer domingo de resurrección y le encontraron vacía: estaban sumergidas en tanto negativismo, que iban preocupadas por algo que ya había sido resuelto.
Aprender a eliminar el negativismo y reemplazarlo por un pensamiento positivo es, sin duda, uno de los regalos más preciados que puedes darte a ti mismo para una vida más feliz, más pacífica y más plena.
En definitiva, el optimista será más feliz y más longevo simplemente porque enfrentará sus dificultades como retos y no como tragedias.
[1] https://elpais.com/elpais/2017/12/18/buenavida/1513590979_476322.html
[2] https://sermons4kids.com/surprise-esp.html
[3] https://www.sobreautoayuda.com/como-eliminar-el-negativismo-en-si-mismo/
Recursos: