Detalle de lo tratado
Introducción
La búsqueda de independencia e identidad
Clases de fracasos
Agradeciendo por nuestros fracasos y errores
En esta temporada de Sentido Latino estamos aprendiendo cómo satisfacer la necesidad de amor de nuestros hijos adolescentes, para así poder establecer el fundamento que nos permita influir para bien en ellos en todas las esferas de sus vidas.
Basándonos en el libro del Dr. Gary Chapman titulado «Los 5 lenguajes del amor de los jóvenes», hoy estaremos hablando acerca de cómo demostrar amor y perdón a nuestros hijos cuando han fracasado o cometido errores, y también aprenderemos a darle gracias a Dios por nuestros errores y los de ellos.
Desde las culturas más antiguas hasta la cultura del siglo 21, los problemas subyacentes de los adolescentes han sido los mismos: independencia e identidad propia. Y en esa búsqueda de independencia e identidad propia, muchas veces los jóvenes cometen errores o fracasan.
El psicólogo John Rosemond dijo: «Una buena crianza significa hacer las cosas bien cuando un hijo las hace mal».
Y de esto trata este episodio: de nuestra buena respuesta a las malas elecciones de nuestros hijos adolescentes.
No todos los terremotos son de la misma magnitud: hay terremotos que apenas se sienten y hay otros que llegan a medir 7,5 en la escala Richter. Obviamente, las repercusiones son diferentes. De la misma forma, no todos los errores de los jóvenes son de la misma importancia.
1. El fracaso en satisfacer nuestras expectativas
Estos fracasos ocurren a cada momento, ya sea en las actividades deportivas, las artes, los deberes escolares, los debates en equipo, etc. Muchas veces, estos fracasos se deben a que los padres o los jóvenes tienen expectativas irreales. Si la meta es poco realista, el fracaso es inevitable.
Otra razón por la que algunos jóvenes experimentan fracasos en su desempeño, es porque son presionados a hacer cosas para las cuales tienen pocas aptitudes o ningún interés. Presionar a los jóvenes a hacer cosas que no les interesan, es llevarlos al fracaso.
2. Los fracasos morales
La segunda categoría de los fracasos de los jóvenes es mucho más devastadora, tanto para el adolescente como para los padres: son los fracasos morales. Estos fracasos ocurren cuando el adolescente quiebra los códigos morales de la familia. Esto puede suceder de dos maneras:
Cualquiera de las dos formas ocasiona dolor a los padres y consecuencias al adolescente.
Aun así, sabemos que de nuestros errores podemos aprender y crecer. Ellos nos recuerdan que somos seres humanos imperfectos. Por ellos podemos dar gracias a Dios y perdonar a nuestros hijos cuando se equivocan, así como Dios nos perdona a nosotros cada vez que nos equivocamos.
A continuación les sugerimos algunas ideas prácticas para sacar algo bueno de los fracasos morales de nuestros adolescentes. Cuando usamos el fracaso de nuestros jóvenes para mostrarles compasión y restauración, o sea, como dice Rosemond: «cuando hacemos las cosas bien cuando nuestro hijo las hace mal», estamos siendo buenos padres.
Hasta aquí nos hemos enfocado en lo negativo: no te culpes; no des sermones; no trates de arreglarlo. Ahora, nos enfocaremos en lo positivo.
CONCLUSION
El amor es la clave para transformar la tragedia en triunfo. Los padres que aman lo suficiente a sus hijos como para no culparse a sí mismos, no sermonear, no tratar de arreglar sus errores, que escuchan con empatía, les dan su apoyo y su guía, todo dentro de un espíritu de amor incondicional, probablemente verán que, en medio de las consecuencias de sus errores, estarán dando pasos gigantescos hacia la madurez.
El amor que Dios tuvo con nosotros para enviar a du hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna, es el modelo que tenemos que tomar. No permitas que nada ni nadie te haga sentir ni creer que no vales, porque no es cierto. Dios envió a su Hijo al mundo por ti. Pídele a Dios que te ayude y él te ayudará. En este tiempo de dar gracias es bueno también acercarse a él para pedirle perdón y restitución.
Recursos: