En el programa de hoy seguiremos comentando acerca del libro titulado «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de Stephen R. Covey.
Hoy vamos a hablar del Hábito #4, que es Que todos ganemos. Cuando tenemos la mentalidad de que todos ganemos buscamos el beneficio de todos en vez de pensar que si le doy pastel a alguien yo me voy a quedar sin pastel, porque en realidad hay pastel suficiente para todos. El éxito de una persona no significa mi fracaso, como así también mi éxito no debe significar el fracaso de otra persona. Ambos podemos ganar.
Muchas personas, ya sea en sus trabajos, en sus relaciones familiares o en cualquier otro tipo de relación, pretenden ganar partiendo de una mentalidad de competencia. En vez de eso, Covey sugiere que busquemos la cooperación.
Cuando pensamos en que todos ganemos, tenemos una estructura en nuestra mente y en nuestro corazón que constantemente está procurando el beneficio mutuo en todas las interacciones que tenemos. Significa que nuestros acuerdos o soluciones nos benefician y nos satisfacen mutuamente. Esto se basa en que hay mucho para todos, en que el éxito de alguien no se logra a expensas o quitándole el éxito a otra persona, sino en que es posible que todos salgamos ganando.
Si no logramos encontrar una solución que nos beneficie a todos, podemos decidir que no hay trato. O sea, o todos ganamos o no se hace el trato. Cuando tenemos presente esa opción de que no hay trato, con honestidad podemos decir: ‘¿Sabes qué? Solamente me interesa que hagamos esto junto si ambos ganamos; si no, no hay trato.
Por ejemplo, si estamos tratando de ponernos de acuerdo en qué película ver como familia y no logramos encontrar una que nos guste a todos, podemos decir «no hay trato» y no vemos ninguna película sino que decidimos hacer alguna otra actividad esa noche. Para crear este hábito de beneficio mutuo, de que todos salgamos ganando, necesitamos mucha valentía y coraje, a la vez que consideración.
#1 El carácter
El principio de que todos ganemos, o ganar/ganar, es fundamental para el éxito en todas las relaciones que tenemos y tiene varias dimensiones. Vamos a empezar con la dimensión del carácter.
El carácter es la base sobre la que se erige este principio. Hay 3 rasgos de carácter que son esenciales para la mentalidad de ganar/ganar:
1. Integridad – Recordamos que la integridad es el valor que nos atribuimos a nosotros mismos. Actuamos con integridad cuando las cosas que hacemos cada día están basadas en esos valores y cuando mantenemos las promesas que hacemos.
2. Madurez – Según Covey, la madurez es el equilibrio entre el coraje y el respeto. Para poder tener una mentalidad de ganar/ganar, no solamente debemos ser amables, sino que también tenemos que ser valientes. Lograr ese equilibrio entre el coraje y la consideración es esencial para nuestra madurez y es fundamental para poder ganar/ganar.
3. Mentalidad de abundancia – El tercer rasgo de nuestro carácter esencial para ganar/ganar, es tener una mentalidad de abundancia, o sea, pensar que en el mundo hay mucho para todos. Esta mentalidad nace de nuestro valor interior y seguridad personal que nos permite compartir el prestigio, el reconocimiento, el éxito y la toma de decisiones. Lo contrario es la mentalidad de escasez, que dice que si tenemos que compartir reconocimiento o mérito, poder o beneficios, vamos a perder. Las personas con una mentalidad de escasez siempre están comparándose con otros, siempre están compitiendo.
#2 Las relaciones
Otra dimensión de la mentalidad de ganar/ganar son las relaciones. Sobre la base del carácter vamos a construir y conservar las relaciones del tipo ganar/ganar. Cuando hemos logrado confiar el uno en el otro, vamos a tener una mentalidad abierta, vamos a poner nuestras cartas sobre la mesa incluso aunque nosotros tengamos otra forma de pensar. Vamos a estar dispuestos a escuchar con respeto mientras la otra persona describe su punto de vista y ambos nos vamos a comprometer a tratar de comprender el punto de vista del otro a trabajar juntos para poder llegar a una alternativa que sea de beneficio para los dos.
Pero, ¿qué pasa si no existe este tipo de relación? ¿Qué hago si estoy lidiando con una persona que está programada con la filosofía de ganar o perder? Cuando tratamos con personas que vienen de un paradigma de ganar/perder, todavía podemos intentar crear una relación de ganar/ganar. Lo vamos a lograr, por decir así, haciendo depósitos en la cuenta bancaria emocional de la otra persona. Por ejemplo, podemos usar la cortesía, el respeto, el aprecio de la otra persona, no siendo reactivos sino proactivos. El proceso mismo es un enorme depósito en la cuenta bancaria emocional de la otra persona.
Aun así, hay algunas personas que están profundamente atadas a esa mentalidad de ganar/perder, que ni siquiera pueden pensar en que existe la posibilidad de ganar/ganar. En estas situaciones podemos recordar que siempre tenemos la opción de decir que «no hay trato».
#3 Los acuerdos
Los acuerdos para ganar/ganar se centran en los resultados. Al tener que «rendir cuentas», cada persona se evalúa a sí misma, utilizando los criterios que ha ayudado a establecer desde el principio. Cuando establecemos un acuerdo, tenemos un marco dentro del cual podemos desenvolvernos y las consecuencias pasan a ser el resultado lógico o natural del rendimiento y no una recompensa o castigo establecido arbitrariamente.
Por ejemplo: tu hijo está en edad de manejar, así que van a hacer un acuerdo para ganar/ganar con respecto al uso del coche de la familia. Tú, como padre o madre, te comprometes a dejarle usar el coche y a cubrir los gastos de gasolina y seguro. Él, por su parte, se compromete a obedecer las leyes y encargarse de la limpieza y mantenimiento del coche, a ayudarte con las compras del supermercado y otros mandados, y a hacer sus tareas sin que tengas que recordárselo. Además, deciden reunirse cada sábado para evaluar su comportamiento basado en este acuerdo.
Como ven, este acuerdo ganar/ganar estipula expectativas y consecuencias claras sin necesidad de supervisión por parte del papá o la mamá, a la vez que provee beneficios para ambas partes.
* Haz una lista de las cosas que te están impidiendo aplicar con más frecuencia la mentalidad de ganar/ganar y luego piensa qué podrías hacer para eliminarlos.
* Elige una relación específica en la que te gustaría desarrollar el acuerdo de ganar/ganar. Ponte en el lugar de la otra persona y escribe cómo piensas que esa persona está viendo la solución. Después enumera los resultados que constituirían un ganar para ti. Luego puedes preguntarle a esa persona si está dispuesta a conversar hasta que lleguen a una solución que los beneficie a los dos.
* Trata de identificar a alguien que incluso en situaciones difíciles siempre procure el beneficio mutuo. Luego dedícate a observar a esa persona y aprender de su ejemplo.
Hoy hablamos del Hábito #4: Que todos ganemos. Este hábito proviene de un carácter íntegro y maduro y de que tengamos una mentalidad de abundancia, y procura el beneficio mutuo en cada interacción humana. Porque el éxito de la otra persona no significa mi fracaso. Ambos podemos ganar.