Detalle de lo tratado
Introducción
1 – Definición
2 – Síntomas
3 – Recursos para combatirla
Introducción
De acuerdo con la Organización Mundial de la salud, los trastornos por depresión y por ansiedad son problemas habituales de salud mental que afectan la capacidad de trabajo y la productividad de las personas.
Más de 300 millones de personas en el mundo sufren algún trastorno de salud mental que es la principal causa de discapacidad, y más de 260 millones tienen trastornos de ansiedad.
La ansiedad es algo muy común el día de hoy. Y más aún en la nueva normalidad del COVID-19. La encontramos específicamente en los niños que regresan a la escuela luego de las vacaciones tan largas que han tenido este año y los jóvenes que inician su carrera universitaria. El miedo, la ira y la resistencia desencadenan una liberación extrema de adrenalina que no muchos son capaces de controlar.
Para romper el ciclo miedo-adrenalina-síntoma, es necesario reconocer que estos síntomas no son signos de una enfermedad mortal o de un inminente ataque al corazón, ni pueden causar un daño permanente. Pronto el cuerpo se quedará sin adrenalina y el ataque de pánico o ansiedad terminará. Los síntomas son un reflejo del estado de ánimo del momento. Por lo tanto, son pasajeros.
En este programa hablaremos de los síntomas de la ansiedad y también daremos unos consejos prácticos para contrarrestarla.
1- Definición
La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. También es la angustia que acompaña a algunas enfermedades, en especial a ciertas neurosis.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. [1] describe la ansiedad como una respuesta normal al estrés. Explica también que cuando se dificulta controlarla puede afectar e interferir en la vida cotidiana.
Los trastornos de ansiedad afectan a aproximadamente 1 de cada 5 adultos en los Estados Unidos y las mujeres tienen más del doble de posibilidades que los hombres de experimentar un trastorno de ansiedad en su vida.
Los trastornos de ansiedad se suelen tratar con terapia o consejería, medicamentos o una combinación de ambos.
2 – Síntomas
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
- Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe
- Aumento del ritmo cardíaco
- Respiración acelerada (hiperventilación)
- Transpiración
- Sensación de debilidad o cansancio
- Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Problemas gastrointestinales
- Incapacidad de controlar las preocupaciones
- Necesidad de evitar las situaciones que generan ansiedad
Recursos para combatirla
- En la sección «Recursos» de esta página web encontrarás folletos de autoayuda titulado: «No necesitas temer Cómo lidiar con la ansiedad espiritual«. Te invitamos a que lo descargues en forma gratuita. Pero ahora vamos a darte algunos consejos sobre qué hacer cuando te sientes con ansiedad.
- Cuando tengas un ataque de ansiedad, siéntate o recuéstate y trata de relajarte.
- Relaja cada músculo desde el cuero cabelludo hasta los dedos de los pies.
- No importa qué síntomas surjan, ignóralos. Los latidos fuertes de tu corazón te resultarán incómodos, pero no pueden lastimarte.
- Toma nota de tu respiración. Evita la respiración corta y rápida en la parte superior del pecho. En lugar de eso, respira lenta, deliberada y profundamente.
- Trata de concentrar tus pensamientos en otra cosa. Imagínate en una situación o escena agradable y placentera.
- Cuando te relajas, estás rompiendo el ciclo miedo-adrenalina-síntoma que es lo que causa la ansiedad.
- Date tiempo. La recuperación es un proceso. Sé paciente mientras disminuye la sensibilidad de tus nervios.
- La ansiedad también tiene un trasfondo espiritual que no podemos ignorar.
- Dios nos promete vida en abundancia pero el mundo, el diablo y nuestra misma naturaleza amenazan con robarnos la paz y dominarnos con ansiedad.
- En su folleto titulado «No necesitas temer», Donald L. Deffner nos recuerda que no estamos solos. «De hecho, Dios dice que no lo estamos: «Sepan que en todo el mundo sus hermanos están enfrentando los mismos sufrimientos…» (1 Pedro 5:9b).
- Formamos parte de una comunidad de sufrimiento. Muchas otras personas, incluidos los cristianos, están tan ansiosos como nosotros.
- Si bien el solo hecho de saber que otra persona está pasando exactamente por lo mismo que nosotros no disminuye automáticamente nuestra ansiedad, sí puede darnos una nueva perspectiva: descubrimos que no estamos separados de los demás, no somos extraños, ni inferiores, ni tan diferentes de los demás.
- De hecho, la ansiedad que sentimos puede ser casi algo normal si todos la padecen. Quienes ya han pasado por la experiencia de la ansiedad pueden enseñarnos cómo lidiar con ella.
- Y es que Dios siempre cumple sus promesas. «Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una prueba más allá de lo que puedan resistir, sino que junto con la prueba les dará la salida, para que puedan sobrellevarla» (1 Corintios 10:13b). En otras palabras, Dios nunca permite que nos llegue una prueba que está más allá de nuestro poder, el poder que Él nos da. Soportar la prueba, tolerarla y vivir con ella es un tipo de victoria.
- Podemos estar «por encima de» nuestra ansiedad, en lugar de tenerla encima de nosotros.
- Esto no quiere decir que las ansiedades se irán y nunca volverán, sino que no van a controlar y dominar tu vida. Y la razón por la que no tienen ese tipo de poder es porque sabes que tienes un Padre celestial que prometió ayudarte.
- Él dice: «Descarguen en él todas sus angustias, porque él tiene cuidado de ustedes» (1 Pedro 5:7) y: «Su Padre ya sabe de lo que ustedes tienen necesidad» (Mateo 6:8).
- Sobre todo, confía en que Dios vive y actúa por ti en este mundo. Él cumple su promesa: «He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10).
- Jesús murió en la cruz para darte libertad, y eso incluye libertad emocional también.
- Gálatas 5:1, 13a nos advierte: «Manténganse, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud. Hermanos, ustedes han sido llamados a la libertad…»
Es nuestra oración que Dios sane todas tus dolencias, incluyendo las de ansiedad, por su sacrificio por ti en la cruz. Amén.
[1] https://espanol.womenshealth.gov/mental-health/mental-health-conditions/anxiety-disorders