Introducción
Hoy queremos compartir con ustedes nuestros consejos favoritos para criar hijos. Tuve la dicha de criar 7 hijos y ahora tengo el honor de ver a mis 7 hijos en la crianza de mis 16 nietos. Y es que la crianza de los hijos es ciertamente un desafío, especialmente en el mundo actual. Si bien es cierto que los padres seguimos siendo la principal influencia en nuestros hijos, no es menos cierto que ya no somos la única influencia. Las fuentes externas compiten por la atención y el respeto de nuestros hijos y, tanto los medios de comunicación sociales como los tradicionales, tienen un mayor acceso a ellos que nunca antes.
Por otro lado, las influencias sociales negativas como las drogas, el alcohol, el crimen, la violencia en los videojuegos y películas, hacen cada vez más difícil para los padres inculcar el respeto en sus hijos.
Hay muchas y muy diversas maneras de enfocar la crianza de los hijos y, en última instancia, los padres debemos adoptar la que consideremos más adecuada para nuestras circunstancias. A continuación presentamos algunas pautas generales que sientan las bases para criar a nuestros hijos con seguridad, amor y respeto.
Cada uno de los siguientes puntos puede adaptarse a su propio estilo de crianza, pero los alentamos a que hagan un esfuerzo por rodearse de familiares y amigos que apoyen sus elecciones. Recordemos que no necesitamos hacerlo solos.
Aquí les presentamos nuestros 7 favoritos.
1. Sé el mejor ejemplo
Hay un viejo refrán que dice: «Las actitudes se captan, no se enseñan». En otras palabras, lo que hacemos enseña más que lo que decimos. Por lo tanto, el comportamiento que nuestros hijos ven, es el comportamiento que van a imitar. Nuestro papel como padres es de vital importancia, porque nuestros hijos observan cada movimiento que hacemos y escuchan cada palabra que decimos.
Cuando tratamos con respeto a los demás, estamos mostrando cómo nos gustaría que los demás nos traten a nosotros. Por otro lado, cuando calumniamos a otros, le faltamos el respeto a un compañero de trabajo o actuamos de manera inmoral, cada uno de esos comportamientos también afecta a nuestros hijos. Con nuestro ejemplo alentamos o socavamos su fe en nosotros. Por lo tanto, vive con un alto nivel ético y de respeto y tus hijos también lo harán.
2. Reconoce el valor del trabajo en equipo
El trabajo en equipo motiva a la familia. No solamente enseña a los niños el valor de la responsabilidad, sino que también fomenta la capacidad de trabajar bien con los demás, algo que usarán constantemente a lo largo de sus vidas. Si bien es cierto que los padres son quienes más contribuyen al funcionamiento del hogar, no es menos cierto que cuando toda la familia trabaja junta crece más efectivamente en los roles que Dios les ha confiado.
El compartir un objetivo común, ya sea limpiando la sala de estar o ahorrando para una salida familiar, enseña a no ser egoísta y a cooperar. Los padres pueden asegurarse de que cada miembro de la familia se beneficie del esfuerzo realizado.
3. No dejes de alentar
Una frase popular dice: «Puedes atrapar más moscas con miel que con hiel». Los padres que hacen más hincapié en lo que se debe hacer que en lo que no se debe hacer, desarrollan en sus hijos un mejor sentido de autoestima.
Cuando estamos continuamente señalándoles a nuestros hijos los errores que cometen, es fácil que pasemos por alto las oportunidades de elogiarlos en otros aspectos de su desarrollo o comportamiento. Sin embargo, un enfoque constructivo y empático les ayuda a reforzar sus puntos fuertes y a superar sus debilidades. Esto es mucho más efectivo que todo tipo de reproche. Después de todo, los hijos anhelan ser reconfortados y aprobados, especialmente por sus padres.
4. Promueve el respeto a la autoridad
La autoridad va de la mano con la paternidad, pero es efectiva solo cuando se usa con moderación y selectivamente. Un «¡NO!» firme debe reservarse para ocasiones serias, pero siempre deben existir límites sensatos que deben ser aplicados con mano firme pero suave. También es importante que los hijos comprendan la autoridad que existe fuera de la familia. A través de tus palabras y ejemplo les puedes enseñar a respetar a quienes están en puestos de autoridad sobre ellos.
Si bien es bueno que enseñemos a nuestros hijos a cuestionar lo que los demás dicen, también es importante que les enseñemos que quienes tienen autoridad, tienen la última palabra. Ayúdalos a comprender que la autoridad existe para ayudarnos y protegernos. Los maestros y la policía son un ejemplo de personas que están en puestos de autoridad y deben ser respetadas, aun cuando estén en desacuerdo con ellas. Esta es una lección de vida que, por lo general, no es reafirmada ni por sus compañeros ni por los medios de comunicación, pero que les será de gran beneficio a lo largo de toda la vida.
5. No te olvides de la perseverancia
Todo logro requiere sacrificio. Nadie lo sabe mejor que un padre dedicado. El artista devoto, el escritor tenaz y el servidor público abnegado pagan un precio por lo que hacen. Las largas horas y la frustración son a veces parte de lo necesario para crecer. Como padres, tendrán muchas oportunidades para alentar a sus hijos en sus esfuerzos. Asegúrate de que tu hijo sepa que su esfuerzo vale la pena.
6. Ayúdale a aprender de sus errores y frustraciones
Es natural que los padres tratemos de proteger a nuestros hijos de cualquier cosa que los lastime. Pero no siempre es lo mejor. Goethe dijo: «Lo que no me mata me hace más fuerte». Es en las luchas que nuestros hijos van a aprender a ser más fuertes e independientes, a comprender que aunque fallen van a sobrevivir y que, cuando cometan errores, van a aprender una manera mejor de hacer las cosas.
Por lo tanto, si continuamente intervenimos y resolvemos todos sus problemas, les estaremos robando una faceta importante de la autoestima: el sentido de responsabilidad y la capacidad de resolver problemas.
7. Mantén abiertas las líneas de comunicación
La comunicación en una familia es crucial. Uno de los mayores desafíos que se tiene cuando los hijos van creciendo, es lograr mantener un intercambio de ideas respetuoso y sin inhibiciones con mamá o papá. Esto rara vez es simple. A medida que tu familia crezca, cada persona tendrá nuevos intereses. Las actividades después de la escuela o las salidas con amigos, pueden restarle tiempo a la vida familiar. Asegúrate de estar disponible para tus hijos.
También recuerda que, a veces, tus esfuerzos por comunicarte serán rechazados. Sé persistente y perdona. Mantén tu mente abierta y acepta lo que es dicho con respeto sin juzgar. Ofrece tus puntos de vista sin críticas y enseña a tus hijos cuáles son las preguntas que deben hacer para evaluar cualquier situación. Al mismo tiempo, anímalos a que te hagan preguntas para poder hacer una evaluación más sólida del mundo que los rodea.
Conclusión
Por encima de todo, ámalos y déjate amar. Con eso ganas la mitad de la batalla.
Hoy quisimos compartir con ustedes nuestros consejos favoritos para criar hijos. Como decíamos en un programa anterior, el ser padres implica una gran responsabilidad, ¡y no es tarea fácil! Ningún niño nace con un manual que explique todo lo que necesita para la vida, pero hay algunos principios comprobados que pueden hacer más fuerte a la familia, aun en medio de los cambios, para darles a nuestros hijos todo lo que necesitan para crecer sanos y convertirse en adultos responsables, productivos y felices.
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