Detalle de lo tratado
Introducción
Cometemos errores a diario, sobre todo en el matrimonio. Algunos errores se superan rápidamente mientras que otros se convierten en errores graves, cuando ocurren de manera repetitiva, lastimando nueve áreas importantes de la vida. En este caso, la pareja necesita intervención o el matrimonio no durará o será insatisfactorio y doloroso para sus miembros.
Estadísticas
Escuchemos las siguientes estadísticas del censo de los Estados Unidos:
Con el objetivo de reducir el impacto de los problemas maritales en los hijos, algunos profesionales de la salud han enfocado el divorcio como un «cambio» que puede tener su lado positivo.
Pero también los padres son afectados por el divorcio:
¿Pero por qué es tan difícil el matrimonio? En mis 40 años como pastor y consejero matrimonial he visto a innumerables parejas en las que la ruptura parecía inevitable pero que, con algunos ajustes, amor, aceptación, terapia matrimonial y el favor de Dios, lograron resurgir y volver a ser parejas felices y adaptadas.
El divorcio es el último recurso para aquellos que creen haber intentado todo para salvar su matrimonio y que, consecutivamente, cometen los mismos errores que les impiden ver florecer su matrimonio.
Los errores que cometemos
Los errores nos enseñan lecciones valiosas. Ellos constituyen un proceso doloroso y muchas veces difícil, pero nos ayudan a crecer y madurar, nos hacen humildes, nos enseñan a priorizar, son interesantes y curiosos y muchas veces nos ayudan a clamar a Dios y a ver su mano en nuestra vida.
La realidad es que siempre vamos a cometer errores, pero si estamos alerta y los identificamos, podemos cambiar, romper el patrón y retomar nuestra vida.
En la próxima serie de programas, nos enfocaremos en algunos errores que cometemos las parejas, veremos cómo identificarlos a tiempo y aprenderemos a desarrollar un plan de acción que nos ayude a romper el ciclo y a enfocarnos en mejorar nuestras relaciones.
Te invito a sintonizarnos con una mente abierta y positiva, porque como dice el Dr. David Hawkins, «los errores pueden ser divertidos» y que, con la actitud correcta, los errores también pueden ser «interesantes, intrigantes e incluso pueden disfrutarse».