DETALLE DE LO TRATADO
¿Cómo nos boicoteamos?
Las frases favoritas del auto boicot
Cómo lograr tus objetivos
¿CÓMO NOS BOICOTEAMOS?
- Dejando cosas inconclusas:
- ¿Eres de los que empieza con mucha energía un proyecto y después de un tiempo lo abandonas? ¿O una de esas personas que renuncian a su trabajo cuando están a punto de obtener el ascenso que deseaban?
- La razón para no terminar un proyecto o renunciar al trabajo antes de obtener un ascenso: evitando tener que enfrentar la posibilidad de fracasar, de equivocarte o de no ser suficientemente bueno.
- Procrastinando o posponiendo:
- Una de las características más comunes del auto boicot es el dejar todo para último momento y constantemente postergar actividades.
- La razón: es más fácil dejar todo para último momento y tener esa excusa si no sale perfecto, que dedicarle el 100% de nuestro tiempo y esfuerzo y que no salga perfecto y se descubra que no somos aptos para esa labor. Procrastinar es posponer el cumplimiento de lo urgente.
- Tratando de ser perfectos:
- Muchas personas se justifican en el «si no lo puedo hacer perfecto, no lo hago», para no llevar a cabo sus proyectos. En este caso, nunca se concluye un proyecto, sino que sigue pasando por revisiones de mejoras y cambios o, peor aún, ni siquiera te atreves a empezarlo y, en lugar de ello, dedicas mucho tiempo a «prepararte más».
- La razón: el miedo al fracaso, al no hacerlo bien y no obtener la aprobación de los demás, o el miedo a tener que asumir nuevas o mayores responsabilidades.
- Poniendo excusas:
- Una excusa es una razón lógica para NO hacer las cosas. El anteponer otras cosas es algo típico de quienes se boicotean: soy demasiado viejo o demasiado joven para eso, no tengo suficiente dinero o tiempo, la situación de la familia o del país, etc. Siempre se antepone algo al no hacer nada por nuestros objetivos.
LAS FRASES FAVORITAS DEL AUTO BOICOT
- No se puede: Esta frase es muy común. La usamos cuando estamos frente a una situación que nos parece compleja y pensamos que no somos capaces de lograrlo, por lo que nos rendimos incluso antes de intentarlo.
- No funciona: Esto lo decimos cuando ya hemos intentado algo pero no funcionó o no obtuvimos el resultado que esperábamos, entonces pensamos que nunca va a funcionar, por lo que lo abandonamos totalmente.
- No es mi culpa, son los demás: Esto es cuando hicimos algo y salió mal, y al tratar de pensar en qué fue lo que falló, podemos ver la responsabilidad de medio mundo, pero no lo que nosotros hicimos mal o dejamos de hacer.
- Mala suerte: Una vez más, algo no funcionó pero la culpa no es nuestra sino de otra persona u otra cosa.
CÓMO LOGRAR TUS OBJETIVOS
- Asume tu responsabilidad.
Asume la realidad de que el éxito o el fracaso de tu vida dependen única y exclusivamente de ti, y no de las circunstancias que te rodean. Esto no quiere decir que las circunstancias no te afecten; por supuesto que lo hacen. Pero solo te van a afectan tanto como tú permitas que lo hagan.
- Cambia tu manera de ver las cosas.
No todo lo que pasa a tu alrededor es malo. Muchas amenazas pueden ser vistas como oportunidades: todo depende del cristal con que las mires. Transforma tus circunstancias no favorables en favorables. Ante las crisis, hay dos tipos de personas: las que lloran y las que venden pañuelos.
- Date permiso para cometer errores.
El cometer errores no te quita el derecho al éxito; al contrario, puede que te haga más merecedor a este por haber corrido el riesgo. Si de cada error que cometes aprendes algo, esos errores se transformarán en escalones que te ayudarán a avanzar en el camino hacia tu objetivo.
- Empieza con objetivos pequeños.
Si quieres levantar una pared, comienza poniendo un ladrillo sobre otro sin preocuparte porque aún no ves toda la pared. Muchas personas se desalientan y abandonan a mitad de camino cuando no ven su meta realizada inmediatamente. Henry Ford lo dijo muy claramente: «Nada es especialmente difícil si lo divides en pequeños trabajos».
- Para poder cosechar debes primero sembrar.
Recuerda que llegar a una meta no es fácil y llevará tiempo, tiempo en el que solo habrá trabajo (siembra) sin ver los frutos de ese trabajo. Pero si haces lo que debes hacer, y con la ayuda de Dios, en el tiempo correcto esos frutos (cosecha) llegarán.
- Pide ayuda.
Busca y pide toda la ayuda que necesites. Piensa y determina qué es lo que necesitas aprender o hacer, o qué tipo de ayuda necesitas para salir adelante y lograr tus metas, y luego vé y busca esa ayuda. Dios no nos puso en este mundo para que vivamos solos y aislados, sino para que vivamos en comunidad y nos ayudemos los unos a los otros.
No tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda. Hay muchas personas que están dispuestas a dártela, así como tú muy probablemente estés dispuesto a prestar tu ayuda a quien te la pida.
- No esperes el momento perfecto.
El momento perfecto no existe: hay que crearlo. Esperar a que las cosas «sucedan», o a que llegue el «momento perfecto» es un error y suele ser una de las trampas favoritas del miedo.
- Ten confianza. Confía en ti y confía en Dios. La Biblia lo dice bien claro:
«Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman…
¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros.»
Romanos 8:28,31