• julio 25, 2019
  • ¿Eres tu peor enemigo?

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  • DETALLE DE LO TRATADO
    ¿Cómo nos boicoteamos?
    Las frases favoritas del auto boicot
    Cómo lograr tus objetivos

    ¿CÓMO NOS BOICOTEAMOS?

    1. Dejando cosas inconclusas:
      • ¿Eres de los que empieza con mucha energía un proyecto y después de un tiempo lo abandonas? ¿O una de esas personas que renuncian a su trabajo cuando están a punto de obtener el ascenso que deseaban?
      • La razón para no terminar un proyecto o renunciar al trabajo antes de obtener un ascenso: evitando tener que enfrentar la posibilidad de fracasar, de equivocarte o de no ser suficientemente bueno.
    2. Procrastinando o posponiendo:
      • Una de las características más comunes del auto boicot es el dejar todo para último momento y constantemente postergar actividades.
      • La razón: es más fácil dejar todo para último momento y tener esa excusa si no sale perfecto, que dedicarle el 100% de nuestro tiempo y esfuerzo y que no salga perfecto y se descubra que no somos aptos para esa labor. Procrastinar es posponer el cumplimiento de lo urgente.
    3. Tratando de ser perfectos:
      • Muchas personas se justifican en el «si no lo puedo hacer perfecto, no lo hago», para no llevar a cabo sus proyectos. En este caso, nunca se concluye un proyecto, sino que sigue pasando por revisiones de mejoras y cambios o, peor aún, ni siquiera te atreves a empezarlo y, en lugar de ello, dedicas mucho tiempo a «prepararte más».
      • La razón: el miedo al fracaso, al no hacerlo bien y no obtener la aprobación de los demás, o el miedo a tener que asumir nuevas o mayores responsabilidades.
    4. Poniendo excusas:
      • Una excusa es una razón lógica para NO hacer las cosas. El anteponer otras cosas es algo típico de quienes se boicotean: soy demasiado viejo o demasiado joven para eso, no tengo suficiente dinero o tiempo, la situación de la familia o del país, etc. Siempre se antepone algo al no hacer nada por nuestros objetivos.

    LAS FRASES FAVORITAS DEL AUTO BOICOT

    • No se puede: Esta frase es muy común. La usamos cuando estamos frente a una situación que nos parece compleja y pensamos que no somos capaces de lograrlo, por lo que nos rendimos incluso antes de intentarlo.
    • No funciona: Esto lo decimos cuando ya hemos intentado algo pero no funcionó o no obtuvimos el resultado que esperábamos, entonces pensamos que nunca va a funcionar, por lo que lo abandonamos totalmente.
    • No es mi culpa, son los demás: Esto es cuando hicimos algo y salió mal, y al tratar de pensar en qué fue lo que falló, podemos ver la responsabilidad de medio mundo, pero no lo que nosotros hicimos mal o dejamos de hacer.
    • Mala suerte: Una vez más, algo no funcionó pero la culpa no es nuestra sino de otra persona u otra cosa.

    CÓMO LOGRAR TUS OBJETIVOS

    1. Asume tu responsabilidad.
      Asume la realidad de que el éxito o el fracaso de tu vida dependen única y exclusivamente de ti, y no de las circunstancias que te rodean. Esto no quiere decir que las circunstancias no te afecten; por supuesto que lo hacen. Pero solo te van a afectan tanto como tú permitas que lo hagan.

    2. Cambia tu manera de ver las cosas.
      No todo lo que pasa a tu alrededor es malo. Muchas amenazas pueden ser vistas como oportunidades: todo depende del cristal con que las mires. Transforma tus circunstancias no favorables en favorables. Ante las crisis, hay dos tipos de personas: las que lloran y las que venden pañuelos.

    3. Date permiso para cometer errores.
      El cometer errores no te quita el derecho al éxito; al contrario, puede que te haga más merecedor a este por haber corrido el riesgo. Si de cada error que cometes aprendes algo, esos errores se transformarán en escalones que te ayudarán a avanzar en el camino hacia tu objetivo.

    4. Empieza con objetivos pequeños.
      Si quieres levantar una pared, comienza poniendo un ladrillo sobre otro sin preocuparte porque aún no ves toda la pared. Muchas personas se desalientan y abandonan a mitad de camino cuando no ven su meta realizada inmediatamente. Henry Ford lo dijo muy claramente: «Nada es especialmente difícil si lo divides en pequeños trabajos».

    5. Para poder cosechar debes primero sembrar.
      Recuerda que llegar a una meta no es fácil y llevará tiempo, tiempo en el que solo habrá trabajo (siembra) sin ver los frutos de ese trabajo. Pero si haces lo que debes hacer, y con la ayuda de Dios, en el tiempo correcto esos frutos (cosecha) llegarán.

    6. Pide ayuda.
      Busca y pide toda la ayuda que necesites. Piensa y determina qué es lo que necesitas aprender o hacer, o qué tipo de ayuda necesitas para salir adelante y lograr tus metas, y luego vé y busca esa ayuda. Dios no nos puso en este mundo para que vivamos solos y aislados, sino para que vivamos en comunidad y nos ayudemos los unos a los otros.
      No tengas miedo ni vergüenza de pedir ayuda. Hay muchas personas que están dispuestas a dártela, así como tú muy probablemente estés dispuesto a prestar tu ayuda a quien te la pida.

    7. No esperes el momento perfecto.
      El momento perfecto no existe: hay que crearlo. Esperar a que las cosas «sucedan», o a que llegue el «momento perfecto» es un error y suele ser una de las trampas favoritas del miedo.

    8. Ten confianza. Confía en ti y confía en Dios. La Biblia lo dice bien claro:

      «Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman…
      ¿Qué más podemos decir? Que si Dios está a nuestro favor, nadie podrá estar en contra de nosotros.»

      Romanos 8:28,31


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