Hoy queremos conversar sobre el verdadero significado de la Navidad. ¿Qué hay más allá de los villancicos, las luces, la deliciosa comida y los regalos bajo el árbol? ¿Qué significado tiene la Navidad para ti? ¿Es solo una fecha en el calendario llena de tradiciones, o hay algo más que invita a reflexionar y actuar?
En este episodio, vamos a adentrarnos en el corazón de la Navidad y explorar cómo cada uno de nosotros puede elegir la experiencia que realmente desea vivir en esta época del año. En otras palabras, cómo podemos elegir la Navidad que vamos a vivir.
La Navidad tiene muchos simbolismos y tradiciones que se han ido pasando de una generación a otra, simbolismos y tradiciones con las cuales crecimos y que tratamos de mantener: nos reunimos con familiares y amigos, nos hacemos regalos, decoramos la casa, le ponemos luces al arbolito, etc. Y está bien que así sea. Porque en cada cultura y tradición está la semilla del mensaje que Dios ha dado a la humanidad.
Aun así, es importante que, en vez de solo dejarnos llevar por las tradiciones y costumbres, hagamos un alto y pensemos en cómo y qué queremos vivir en estos días. ¿Qué es lo que realmente nos importa? ¿Qué cosas o actividades nos llenan el corazón? ¿Con qué personas queremos estar? ¿Cómo queremos celebrar?
Contrario a la idea que algunos comerciales quieren vendernos cuando hablan de “la magia de la Navidad”, y a lo que muchas personas esperan de ella, la Navidad no es una palabra mágica que produce felicidad instantánea. Lo que hace especial y diferente a la Navidad, es que nos recuerda que el amor, la verdad y el bien existen.
Así que hoy queremos pensar juntos sobre cómo queremos celebrarla este año, basándonos en lo que realmente nos llena de alegría y nos conecta.
Elegir la Navidad que queremos vivir nos permite experimentarla en forma más auténtica, reducir el estrés, fortalecer nuestras relaciones, conectar con nuestras raíces culturales y tener una celebración más significativa.
Para ello, es importante ser conscientes de nuestras acciones, darle significado a las tradiciones y símbolos, y buscar la coherencia emocional en nuestras celebraciones.
Para aquellos que buscan orientación práctica, hemos reunido algunos consejos simples pero poderosos que pueden ayudarnos a elegir la Navidad que deseamos vivir este año. Aquí van algunas ideas sencillas:
1. Reflexionar sobre nuestros valores. Pensemos en lo que realmente nos importa y en lo que queremos que esta temporada signifique para nosotros. ¿Es pasar tiempo con la familia? ¿Compartir con amigos? ¿Reflexionar sobre el año que termina?
2. Priorizar nuestras actividades. No tenemos que hacer todo lo que nos dicen que debemos hacer en Navidad. Elijamos las actividades que nos hagan sentir bien y que se alineen con nuestros valores y deseos.
3. Ser creativos. ¿Por qué no creamos nuestras propias tradiciones navideñas? Podemos organizar una cena temática, hacer manualidades con nuestros seres queridos o ayudar a quienes lo necesitan.
4. Establecer límites. No nos sintamos obligados a participar en todas las celebraciones o a gastar más de lo que podemos permitirnos. Establezcamos límites claros, limitémonos a gastar solo lo presupuestado y comuniquemos nuestras necesidades a nuestros seres queridos.
5. Practicar el autocuidado. Durante esta temporada es especialmente importante que cuidemos nuestro cuerpo, mente y espíritu. Tomémonos un tiempo para relajarnos, hacer ejercicio, comer saludablemente y descansar lo suficiente.
6. Cultivar la gratitud. Aprovechemos esta época para reflexionar sobre las cosas por las que estamos agradecidos en nuestras vidas. Practicar la gratitud nos ayuda a encontrar alegría y satisfacción.
En definitiva, siendo conscientes de nuestras acciones y decisiones, todos tenemos la posibilidad de vivir la Navidad de tal manera que nos sintamos felices y realizados. Entonces, ¡disfrutemos de la temporada y hagámosla nuestra!
Y por supuesto que no podemos dejar de lado la importancia de encontrar nuestra felicidad y satisfacción en Dios. Después de todo, el verdadero y único motivo por el cual celebramos la Navidad, es porque Dios decidió hacerse carne y venir a nuestro mundo en la persona de su hijo Jesús. En él, y solo en él, encontramos la paz que tanto anhelamos.
En el Evangelio de Lucas (4:18-19) leemos las siguientes palabras de Jesús:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres.
Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán,
que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor.”
Si Jesús tiene poder suficiente para devolverles la vista a los ciegos y dar libertad a los prisioneros, no te quepa duda de que él también puede y quiere darte paz y felicidad no solo durante la Navidad, sino cada día de tu vida.
Al centrarnos en Él y en sus enseñanzas de amor, perdón, paz y gratitud, nuestros deseos se alinearán con su voluntad. Entonces, al elegir la Navidad que queremos vivir, busquemos deleitarnos en el Señor y confiar en que Él nos guiará hacia la plenitud y la satisfacción en todas las áreas de nuestra vida.
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La Navidad nos ofrece la oportunidad de reflexionar sobre lo que realmente valoramos en la vida. Más allá de las expectativas externas y el comercialismo, todos tenemos el poder de decidir cómo queremos vivirla. Al priorizar nuestras relaciones, cultivar la gratitud y enfocarnos en lo que realmente nos llena el corazón, podemos crear una experiencia navideña más auténtica y significativa.
Por más que la sociedad y el comercialismo traten de darle formas diferentes, la razón de la Navidad sigue siendo la misma: la celebración del nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios. En los regalos que compramos y hacemos, conmemoramos el gran regalo que Dios Padre nos hizo a nosotros al enviarnos a su Hijo.
Así que este año, ¡vamos a elegir la Navidad que queremos vivir y hacerla realmente nuestra! Y que esta Navidad esté llena de bendiciones, amor y renovación espiritual para cada uno de nosotros.
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