Detalle de lo tratado
INTRODUCCIÓN
Luciano: Hoy vamos a hablar sobre la culpa… ese sentimiento que tantas veces nos acompaña en la vida y que muchas veces nos tiene como prisioneros, ¿cierto?
Noemí: Ay, papi, ni me hagas pensar, que mi casa está hecha un desastre y eso me hace llenar de culpas!!! ¿Por qué no soy capaz de tenerla recogida? Siento como que nunca estoy haciendo lo suficiente por mi familia. ¿Será que soy egoísta?
L: Mira, Mimi, no soy el más indicado para contestarte… qué te puedo decir yo, que el otro día se me olvidó ir a mi cita médica, ¡y ahora voy a tener que esperar dos meses hasta conseguir otra!
N: ¿Te resultan conocidas estas quejas? Es normal que, en algún momento, todos nos sintamos culpables por algo.
L: Así es que hoy vamos a hablar de la culpa, esa emoción desagradable que se produce cuando hemos hecho algo que no deberíamos haber hecho, o cuando NO hicimos algo que sí deberíamos haber hecho. Pero vamos a hacerle una radiografía a la culpa.
N: Todos hemos pasado por momentos de culpa. El Dr. Leo Buscaglia dice: «Si usted es como yo, quizás se olvide de su propio número de teléfono, pero la memoria nunca le falla cuando se trata de recordar errores cometidos en el pasado».
L: Es cierto que hay personas que parece que no tuvieran conciencia para nada, y actúan como si la culpa no fuera parte de sus vidas. Pero ¿sabes qué, Noemí? No es lo mismo ‘sentirse’ culpable, que ‘ser’ culpable. Algunas personas saben cómo resolver la culpa y seguir adelante, mientras que a otras la culpa las afecta física, emocional, mental y espiritualmente, y hasta cambia la manera en que reaccionan ante otras personas y les quita la alegría de vivir.
COSAS QUE NOS PROVOCAN CULPA:
N: ¿Qué tal si hacemos una lista de las cosas que nos provocan culpa? Por ejemplo:
N: Éstas son tan sólo un ejemplo; cada uno de nosotros puede agregar las suyas y la lista puede ser interminable.
L: Pero ¿te das cuenta, Noemí, que a veces nos sentimos culpables aun cuando no hemos hecho nada malo?
N: ¿Por qué nos sentimos culpables por tantas cosas?
L: La mayoría de las personas tienen un gran sentido de lo justo e injusto, lo que llamamos: conciencia. La gente dice tener una «conciencia limpia», o una «conciencia sucia», o simplemente que «no tiene conciencia,» o que «mi conciencia me acusa», o «la conciencia me dice…». Lo cierto es que todos tenemos conciencia, por lo que en algún momento, todos luchamos con la culpa.
Entonces la culpa es una herramienta que la conciencia usa para molestarnos cuando hemos hecho algo que va en contra de nuestro código de comportamiento.
L:¡Exacto! El problema surge cuando, en lugar de inspirar crecimiento, la culpa se convierte en una carga que nos impide crecer y avanzar en la vida. Pero ¿cómo se crea la culpa?
LOS COMPONENTES DE LA CULPA
N: Para que se genere culpa, tiene que haber 3 components:
oPrimero, que hayamos hecho, o creamos haber hecho, algo.
oSegundo, que creamos que lo que hicimos estuvo mal.
oTercero, que nos sintamos mal por haberlo hecho .
L: Cuando estas 3 cosas se combinan, surge la culpa. ¿Cómo te sientes tú, Mimi, cuando sientes culpa?
N: ¡Yo me siento horrible! La culpa me crea remordimiento, tristeza, angustia, frustración conmigo misma, no sé, ¡de todo!
L: Es que la culpa puede convertirse en una prisión, nos hace levantar paredes y nos aísla de los demás. Nos hace sentir que estamos siendo juzgados y sentenciados y nos condena a vivir encerrados en esa prisión que nosotros mismo construimos. Fíjate qué interesante, que la culpa es una emoción común tanto a hombres como a mujeres, pero los estudios que se han realizados señalan que es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
N: ¡Pues no me extraña para nada! Porque desde pequeñas a las mujeres se nos dice que debemos ser buenas, que debemos llevarnos bien con los demás, que debemos ser comprensivas, cuidar a los seres queridos, sacrificarnos por la familia, en fin, poco menos que mártires, con tal de mantener la paz.
L: Y en parte es por ello que, cuando la mujer siente que no hace lo suficiente o pone sus intereses por delante de los demás, se llena de culpa.
N: Ahora, yo me pregunto, ¿cómo es que se nos meten en la cabeza todas esas ideas tan negativas sobre nosotros mismos que nos hacen creer (a unos más, a otros menos) que causamos sufrimiento a los demás?
LAS CAUSAS DE LA CULPA
1.Reacción a la conducta de otros
L: Bueno, Mimi, fíjate que nosotros crecemos observando y copiando a los adultos que tenemos a nuestro alrededor. Entonces, si hemos crecido con un papá o una mamá que asumía la culpa por todo lo que pasaba, lo más probable es que hallamos aprendido que sentirnos culpables es la manera de ganar la atención de los demás y de mostrar que nos preocupamos por los demás.
N: ¿Y qué de eso niños a quienes los padres les dicen cosas como «Me vuelves loco», o «¿Por qué no puedes ser como tu hermana?», o «¿Por qué habré tenido hijos?» Imagínate que el mensaje que ese niño está recibiendo es que él es el causante del malestar o la desgracia de su papá o mamá. ¡Cómo no va esto a crearle sentimientos de culpa!
L: Es que muchas veces los padres manipulamos a nuestros hijos, a pesar de que tenemos la intención de ser buenos padres. Muchos padres no son capaces de aceptar a su hijo tal y como es, quizás porque tenían otras expectativas basadas en deseos personales. Y así se olvidan que ese niño o niña es una creación nueva, totalmente separado de ellos, creada con un propósito y destino propio. Y al no cumplir con las expectativas de sus padres, ese hijo o hija crece con un sentimiento de culpa.
N: Y otra cosa que pasa muy seguido son esos padres que recompensan tanto a sus hijos cuando «se portan bien», cuando «no los molestan», que los niños aprenden que eso es lo que deben hacer para «ganarse» el afecto y la atención de sus padres.
L: Lo cual en la mente del niño implica que, cuando no se porta bien o no hace lo que sus padres quieren, no merece su amor. Y esto lo llevan con ellos por el resto de su vida.
N: ¿Y qué me dices de quienes sufren algún tipo de trauma?
2.Respuesta a un trauma
L: Sí, también hay personas que viven con culpas porque en algún momento de su infancia vivieron un evento traumático que sólo lo pudieron procesar como algo que ellos había causado. Por ejemplo:
Abuso físico, verbal o sexual
La pérdida de un ser querido o del hogar
El divorcio de sus padres
ALGUNAS SITUACIONES QUE NOS PROVOCAN CULPAS
1. Culpa por algo que hemos hecho
oAlgo que hicimos mal
oAlgo que ha hecho daño a otra persona
oAlgo que ha violado nuestro código moral (mentir, engañar, robar)
oAlgo que habíamos prometido no volver a hacer (fumar, beber)
En cualquiera de estos casos, el sentimiento de culpabilidad está en cierta medida justificado. Sin embargo, lo hecho, hecho está y ya no se puede cambiar. La forma más sana de enfrentarnos a la culpa es aceptando lo ocurrido, pidiendo perdón y viendo qué podemos hacer para que no vuelva a suceder.
Si hemos violado nuestros propios estándares personales (abuso de alcohol o drogas, violencia, infidelidad, etc.) podemos evitar volver a caer buscando el apoyo de otras personas o ayuda profesional.
2. Culpa por algo que creemos haber hecho
Muchas veces, en nuestra necesidad de encontrar causas o justificaciones, pensamos que algo malo ha pasado por culpa nuestra cuando en realidad no es cierto. Quizá pensamos que nuestra pareja nos dejó por algo que hicimos, cuando en realidad no fue así, o que un ser querido falleció porque hicimos algo mal.
Antes de acusarnos de algo, asegurémonos de que realmente hicimos algo mal y pensemos lógicamente cuál fue nuestro nivel de responsabilidad.
3. Culpa porque no hicimos lo suficiente para ayudar a alguien
Ayudar a alguien es una decisión personal. Pero ¿qué nos mueve a hacerlo?
o¿Lo hacemos por obligación (para no sentirnos mal, por el qué dirán, etc.)?
o¿Lo hacemos porque realmente queremos?
Cuando hacemos algo por obligación, estamos actuando en función de la culpa. Lo más probable es que rápidamente nos cansemos y nuestra ayuda sea menos eficaz o lo hagamos de mala gana.
Cuando hacemos algo por elección, lo hacemos con gozo. Y si por alguna razón en algún momento no podemos continuar ayudando, ejercemos el derecho de dejar de hacerlo sin que nos moleste la conciencia.
4. Culpa porque nos va mejor que a otros
oPorque hemos sobrevivido una catástrofe donde muchos otros murieron.
oPorque siempre obtenemos mejores calificaciones que nuestros compañeros.
oPorque tenemos más oportunidades en la vida que las que tuvieron nuestros hermanos.
Muchas veces, para proteger a esas personas, tenemos conductas autodestructivas que nos hacen sabotearnos a nosotros mismos y nos llevan al fracaso.
Por más difícil que nos pueda parecer, nuestro fracaso no va a hacer que otras personas tengan éxito, o que vuelvan a la vida, o se curen de enfermedades.
Cuando nos sintamos tentados de actuar así, recordemos que nosotros también merecemos todas esas cosas y pensemos en que nuestros esfuerzos son un tributo para ellos.
Continuamos con este tema en el próximo programa…
Recursos: