El próximo 21 de septiembre, como cada año, se celebrará en todo el mundo el Día Internacional de la Paz. Esta celebración comenzó en 1982 con el toque de la Campana de la Paz en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. La Asamblea General de las Naciones Unidas quiso recordarnos con este día que nos compete a todos dedicarnos a mantener la paz, a pesar de las diferencias que podamos tener, y construir una cultura de paz para las generaciones venideras.
Vivir en paz significa mucho más que la ausencia de guerras. La realidad es que los conflictos más comunes los vemos en disputas con la familia, los compañeros de trabajo o estudio, los vecinos y la pareja. Estos conflictos y desacuerdos perturban la paz. Así que, en honor al Día Internacional de la Paz, te invitamos a que en el correr de los próximos días hagas las paces con alguien de quien te has distanciado.
Hoy queremos conversar acerca de las diferentes estaciones por las cuales pasa la relación matrimonial a lo largo de la vida. Si entendemos las estaciones por las que estamos atravesando, tendremos una relación con paz. Hoy usaremos la metáfora del invierno, primavera, otoño y verano que usa el doctor Gary Chapman para descubrir juntos la estación en la que se encuentra nuestra relación de pareja y algunos consejos para cada estación.
Las estaciones me encantan porque traen como un balance. Mi estación favorita del año es el otoño porque veo el cambio de color tan hermoso de las hojas, pero también me gusta mucho la primavera. En la vida también tenemos estaciones. Nacemos, crecemos, nos reproducimos, estudiamos, conseguimos trabajo, nos mudamos de casa, etc. La vida está llena de estaciones.
Asimismo, el matrimonio pasa por diferentes estaciones. Por ejemplo, a veces como pareja pasamos por el invierno, desalentados, separados o insatisfechos; otras veces estamos en la primavera, llenos de frescura, esperanza y anticipación. En otras ocasiones disfrutamos del sol del verano y nos sentimos cómodos y tranquilos, disfrutando de la vida. Y otras veces atravesamos el otoño que nos trae incertidumbre, negligencia y temores. Así como las estaciones se repiten en la naturaleza, este ciclo se repite muchas veces a lo largo de la vida de un matrimonio.
Lo cierto es que la vida está llena de cambios que no anticipamos, así como cambios que nosotros mismos creamos, como una mudanza, una adopción, etc. La forma en que procesamos estos cambios es lo que determinará la calidad de nuestro matrimonio.
En este programa vamos a examinar las emociones, actitudes y acciones comunes que crean una estación en particular. Presta mucha atención a las características de cada una para que vayas descubriendo en cuál estación estás, teniendo en cuenta que las EMOCIONES moderadas y el RAZONAMIENTO guiado por la VERDAD darán como resultado ACCIONES CONSTRUCTIVAS en cada una de las estaciones de tu relación de pareja. Conversemos de cada una como las describe el doctor Chapman:
INVIERNO
• EMOCIONES: Dolor, enfado, desaliento, soledad, sentimientos de rechazo.
• ACTITUDES: Negativismo, desaliento, frustración, desesperación.
• ACCIONES: Destructivas, se habla con dureza, no se habla, violencia.
• CLIMA DE LA RELACIÓN: Alejamiento, frío, dureza, amargura. Cuando está pasando por un invierno, las parejas no están dispuestas a negociar diferencias. Las conversaciones se vuelven discusiones o los cónyuges se retraen al silencio. No hay sentido de proximidad. El matrimonio es como dos personas que viven en iglúes separados.
¿Qué puedo hacer cuando mi relación está pasando por la estación de invierno?
Nadie se acuesta en la nieve a esperar la muerte. Asimismo, no hay razón para aceptar pasivamente el frío de un matrimonio que está en invierno. La salida comienza con la esperanza. La frialdad del invierno estimula el deseo de sanidad y salud. Los enfermos son los que buscan un doctor y encuentran curación. La estación del invierno hace que las parejas estén lo suficientemente desesperadas como para romper el silencio y buscar la ayuda de un consejero, un pastor o un amigo de confianza. Los que buscan ayuda, la van a encontrar.
Las buenas noticias son que el perdón y el poder de Dios están siempre a disposición de quienes los buscan. Cuando una pareja decide amar de nuevo, el deshielo mojará las semillas de la primavera, y el invierno habrá servido para su propósito principal.
PRIMAVERA
• EMOCIONES: Entusiasmo, alegría, esperanza.
• ACTITUDES: Anticipación, optimismo, gratitud, amor, confianza.
• ACCIONES: Edificación, planificación, comunicación, buscar ayuda cuando se necesita.
• CLIMA DE LA RELACIÓN: Vital, tierno, franco, amoroso. La primavera es un tiempo de nuevos comienzos. Las flores brotan. Las corrientes de comunicación fluyen. Hay un sentimiento de entusiasmo en cuanto a la vida en común. Las parejas hacen planes. Tienen grandes esperanzas acerca del futuro. Están plantando semillas de las cuales esperan recoger una cosecha de felicidad.
¿Qué puedo hacer cuando mi relación está pasando por la estación de primavera?
¡Primero que todo, disfrutarlo! Pero recuerda que, en la primavera de un matrimonio también se pueden encontrar ortigas venenosas: irritaciones que surgen sin anunciarse, de forma inesperada. Estas irritaciones pueden causar comezón matrimonial, aun en medio de la primavera, y arruinar unas vacaciones perfectas o hacer que una cena se convierta en un fiasco emocional. Esas irritaciones no modifican la estación, pero pueden hacer que se disfrute menos. Así que debemos compartir nuestras diferencias con nuestro cónyuge y ser receptivos.
La primavera es una época de comienzos y cambios, nuevos patrones de vida, de formas renovadas de escuchar y de expresar las preocupaciones, y también nuevas maneras de amar. Si implementamos y nutrimos estos cambios positivos, la primavera dará lugar a la calidez y la diversión del verano. Pero si fracasamos en implementar los nuevos cambios, corremos el riesgo de perdernos el verano por completo y pasar al otoño o al invierno.
VERANO
• EMOCIONES: Felicidad, satisfacción, logros, unión.
• ACTITUDES: Anticipación, optimismo, gratitud, amor, confianza.
• ACCIONES: Edificación, planificación, comunicación, buscar ayuda cuando se necesita.
• CLIMA DE LA RELACIÓN: Cómodo, unido, de mutuo apoyo y comprensión. En el verano del matrimonio se han realizado los sueños de la primavera. Las parejas disfrutan de mucha satisfacción por sus logros y resuelven los conflictos de forma positiva. Habiendo aceptado sus diferencias, buscan convertirlas en puntos positivos de su relación. Tanto el hombre como la mujer tienen un sentimiento de unidad cada vez mayor.
¿Qué puedo hacer cuando mi relación está pasando por la estación de verano?
¡Primero que todo, disfrutarlo! Pero también hay que recordar que en el verano hay avispas. En un matrimonio en verano, las avispas pueden ser esos conflictos no resueltos que se anidan debajo de la superficie de nuestras vidas diarias. Debemos ser conscientes de que existen y que debemos tratar con ellas si queremos continuar viviendo en el verano de nuestro matrimonio.
OTOÑO
• EMOCIONES: Temor, tristeza, abatimiento, recelo, desánimo, resentimiento, sensación de no ser apreciado.
• ACTITUDES: Preocupación, inseguridad, culpa.
• ACCIONES: Descuido, fallo al enfrentar los problemas.
• CLIMA DE LA RELACIÓN: Separación, distanciamiento. En el otoño, las parejas sienten que algo está sucediendo, pero no están seguras de qué es. Hay un sentimiento de separación. Uno o ambos cónyuges comienzan a sentirse desatendidos. Las parejas sienten que hay algunos asuntos que no están enfrentando con equidad. Parece que están apartados emocionalmente, y cada uno tiende a culpar al otro. Si han vivido en otoño durante algún tiempo, sus amigos y familiares tal vez reconozcan los cambios.
¿Qué puedo hacer cuando mi relación está pasando por la estación de otoño?
Muchas veces, las parejas se encuentran en las primeras etapas del otoño y no se han dado cuenta. Han estado ocupadas con las actividades del verano, disfrutando la vida, pero algunas veces dejándose de lado el uno al otro. Por fuera, el matrimonio se ve bien; pero por dentro se están distanciando. El color de las hojas ha comenzado a cambiar. En la última parte del otoño, las hojas han caído y el vacío de la relación se nota a leguas. Este vacío emocional causa preocupación, incertidumbre y temor. Al darse cuenta del distanciamiento, por lo general uno (si no los dos) de los cónyuges busca ayuda. Tal vez se pongan de acuerdo para asistir a un seminario sobre el matrimonio, buscar la ayuda de un consejero, o leer y hablar sobre un libro acerca del matrimonio. El otoño nos despierta a estimular el crecimiento del matrimonio.
La próxima semana, en la parte 2 de este programa, vamos a profundizar más en cuánto a las estrategias para cada estación. Pero antes de pasar a hablar de las estrategias para mejorar las estaciones de nuestro matrimonio, es importante que identifiquemos en cuál nos encontramos, para vivir en paz nuestra relación de pareja.
En la naturaleza, las cuatro estaciones se crean por ciertos cambios inevitables que ocurren cuando la tierra se mueve en su eje y gira alrededor del sol. De la misma forma, los cambios que enfrentamos en la vida (y la manera en que los procesamos y respondemos a ellos) van creando las estaciones de nuestro matrimonio.
Todos pasamos por situaciones y circunstancias que ejercen presión en el matrimonio y que exigen una respuesta. Si no respondemos bien o si nuestra respuesta choca con la de nuestro cónyuge, podemos sentir el frío del otoño o ser arrojados a la temperatura helada del invierno. Pero si aprendemos a responder bien, en armonía con nuestro cónyuge, podemos mantener nuestro matrimonio en la primavera o el verano.