Detalle de lo tratado
A. Definición de las necesidades
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define de dos maneras la palabra necesidad:
Las necesidades del ser humano han sido básicamente las mismas a lo largo de la historia y a través de las diferentes culturas. Desde que el ser humano nace, incluso desde el vientre de su madre, tiene necesidades básicas que deben ser suplidas para que llegue a ser una persona integral y preparada para la vida.
El conocer nuestras propias necesidades nos ayudará a comprender nuestro comportamiento y a ayudar a otros a satisfacer sus propias necesidades.
En estos programas nos vamos a basar en lo escrito por John Dresher en su libro titulado «Las 7 Necesidades Básicas del Niño». Para ello, vamos a discutir sus afirmaciones y agregar nuestra opinión de acuerdo a lo que Dios nos ha dado y a la experiencia que hemos adquirido como padres a tiempo completo.*
*Aclaramos que las necesidades de las cuales vamos a hablar no se refieren únicamente a los niños, sino a todo ser humano.
B. ¿Cómo satisfacer las necesidades?
Podemos afirmar que la familia está en la obligación de satisfacer las necesidades básicas de sus miembros. Esas necesidades van desde las necesidades biológicas básicas para la sobrevivencia, hasta las que garantizan el desarrollo de las cualidades humanas y espirituales.
Para satisfacer nuestras necesidades se requiere no sólo de la ejecución de acciones sino también de la realización social, mental y espiritual. Los psicólogos consideran que es sumamente importante satisfacer esas necesidades en los primeros años de vida, cuando es de crucial importancia que el niño desarrolle mecanismos y actitudes que lo ayuden a enfrentarse a la vida.
Durante los primeros años de vida socializamos casi en su totalidad con la familia. Es por eso que la familia, o los padres, ocupan el primer lugar como educadores de sus hijos siendo responsables de crear reglas y normas de comportamiento que mantengan el orden y la conducta armoniosa entre sus miembros. A través de esas normas los padres ejercen su autoridad, dada por Dios, y crean patrones de conducta que reflejan el respeto entre sus miembros.
Sin embargo, no es fácil educar a un niño en este mundo donde los medios de comunicación y las redes sociales ejercen una influencia enorme en los hábitos y conductas, compitiendo con las enseñanzas y valores inculcados en el hogar.
Los padres deben documentarse muy bien leyendo libros sobre el tema, orando y siendo efectivos en la transmisión de creencias y valores. Sobre todo, deben ser perseverantes hasta lograr en sus hijos las conductas deseadas y también perseverantes en la fe. En la Biblia encontramos una exhortación a los padres a ser portavoces del mensaje de la Palabra de Dios a sus hijos.
C. ¿Qué resultados esperamos?
Esta es una tarea de tiempo completo; no se puede flaquear en el intento. Se requiere de tiempo, paciencia, fe, amor y trabajo arduo. Pero al final seremos recompensados, cuando veamos a nuestros hijos maduros e independientes, iniciando su propio ciclo de paternidad.
La autorrealización de nuestros hijos se reflejará en sus puntos de vista realistas ante la vida, su auto aceptación y aceptación de los demás, su preocupación por sus semejantes, su necesidad de intimidad con Dios y el prójimo, su estabilidad, su sensación de seguridad y su independencia personal. ¿Serán perfectos? ¡Desde luego que no! Pero sí serán adultos saludables de una manera integral: cuerpo, mente y espíritu. Serán agentes de cambio y miembros útiles de la sociedad.
Como mencionamos al inicio de esta conversación, en próximos programas estaremos tratando sobre las siete necesidades básicas del ser humano de acuerdo a John Dresher. Ellas son:
Con paciencia y perseverancia podremos ayudar a los miembros de nuestras familias a satisfacer sus propias necesidades para que todos lleguemos a ser adultos realizados, maduros e independientes.
PARA REFLEXIONAR
¿QUÉ NOS DICE LA BIBLIA?