Detalle de lo tratado
- Introducción
- ¿Cómo es una relación sin límites?
- ¿Cómo establecer límites?
Introducción
Los límites son necesarios en toda relación. Ellos te permiten dejar claro lo que está permitido y lo que no, lo que te gusta y lo que no te gusta. Es saludable fijar límites desde el principio de la relación de pareja. Los problemas surgen cuando cruzas los límites de una persona y tratas de controlar sus sentimientos, actitudes, conductas, decisiones o valores.
La capacidad de poner límites es una habilidad y es, también, una de las herramientas más poderosas que una persona puede aprender a utilizar. Es bueno que dominemos esa habilidad para que nuestra vida no sea confusa y complicada. Aunque suene paradójico, los límites nos abren puertas de libertad.
Para poner límites saludables necesitas confianza en ti mismo y tener una comunicación abierta, clara y precisa con tu pareja.
En el matrimonio los límites pueden ser confusos porque somos llamados a ser un solo ser y los límites fomentan la separación.
¿Cómo es una relación sin límites?
- Está llena de incertidumbre y dudas con respecto a lo que le gusta o no al otro, o si debe o no continuar con ella. El ambiente es incómodo, tenso y molesto.
- Los miembros asumen que pueden cambiar a su pareja y moldear su conducta indeseable, sin saber si la otra persona está dispuesta al cambio, iniciando una lucha de poderes.
- Es demandante, no hay respeto a la individualidad. Se quiere controlar y tener a la pareja donde se nos antoja que esté, haciendo lo que queremos que haga, siguiendo nuestros patrones y pautas.
- Es asfixiante, se invade la privacidad; tu pareja lee tus emails, entra en tu Facebook, revisa tu calendario, chequea tus llamadas. Hay una falta total de confianza y respeto.
- Hay infidelidad. A tu pareja le parece normal «tirar una canita al aire» y espera tu aceptación. No tiene claros tus límites ni tu tolerancia ante la extensión de su descaro.
- No hay comunicación sino gritos, portazos y batallas campales. Ninguno de los dos está feliz ni satisfecho.
¿Cómo establecer límites?
Para que logres establecer límites saludables y consigas respeto y valoración de tu pareja, es necesario que seas capaz de:
- Mostrar que eres un ser humano único e individual.
Para eso debes tener claro quién eres, tus gustos, capacidades y limitaciones. Tener una pareja no quiere decir que vas a dejar de ser tú mismo para convertirte en un ser igual a tu pareja.
- Tener claro lo que te gusta o no que tu pareja haga contigo.
Si quieres que te ponga apodos, que diga chistes de ti delante de sus amigos, que cuente tus intimidades a otros sin tu consentimiento, o tome licor en exceso cuando sale contigo y tiene que conducir el carro.
- Establecer límites claros.
La comunicación es clave: no debe haber ambigüedades que creen confusión. Decir exactamente lo que esperas y te gusta, como también lo que te molesta y que no quieres negociar porque es vital para ti. Debes mantenerte firme en tus límites.
- No manipular pidiendo a tu pareja que te permita rebasar tu límite aunque sea una vez como prueba de amor.
La manipulación es un arma que usan las personas inmaduras de una manera irresponsable.
- Atreverte a decir no sin temor ni culpa cuando sabes que tus límites son saludables y que los has establecido con sinceridad y claramente.
Eso deja las cosas bien establecidas entre la pareja y evita futuros problemas.