Toda relación de pareja se basa en cuatro pilares que la mantienen estable y fuerte. En este mes de febrero, mes del amor, queremos seguir conversando acerca de estos cuatro pilares y dar pautas sobre cómo podemos desarrollarlos.
La idea es que cada pilar se vaya construyendo y fortaleciendo gradualmente y en forma equilibrada. Cuando esto sucede, la pareja puede enfrentar y superar cualquier tormenta que la vida le presente.
En el programa anterior hablamos del pilar intelectual. Hoy queremos enfocarnos en el pilar emocional. A medida que crece el pilar emocional, vamos desarrollando conexiones emocionales cada vez más profundas. Las conexiones positivas crean buen humor, cercanía e intimidad emocional. Cuando se llega a este punto, la pareja puede hablar sobre cualquier cosa porque saben que son aliados y la relación se convierte en un lugar seguro.
Se dice que la intimidad emocional es el proceso continuo e intencional de conocer completamente a la pareja y ser plenamente conocido por ella. La intimidad emocional es el «pegamento» de todas las relaciones, es entender lo que está sucediendo dentro de nuestra pareja y sentir que nuestra pareja nos entiende de la misma manera. Es conocer sus sentimientos, esperanzas, sueños, vulnerabilidades, miedos, motivaciones y deseos. Es saber qué la impulsa o mueve. La intimidad emocional es profundizar, mutuamente, en la comprensión del otro.
Desarrollar la intimidad emocional es un proceso continuo de aprendizaje, comprensión y empatía. Tanto los hombres como las mujeres consideran que la conexión emocional es crucial para una relación saludable a largo plazo.
Éstas son algunas expresiones de personas en una relación de pareja con una intimidad emocional estable:
* Me escucha cada vez que hablamos, incluso si no estamos de acuerdo.
* Cuando estamos juntos no somos solamente dos personas en la misma habitación; realmente somos dos personas que nos conectamos.
* Mi pareja no trata de arreglar las cosas cuando estoy explicando un problema a menos que se lo pida; simplemente escucha para tratar de entender lo que estoy sintiendo.
* Cuando tenemos un desacuerdo no siento como si estuviéramos en lados opuestos, sino que estamos del mismo lado tratando de resolver juntos el mismo problema.
* Estamos ocupados, pero tenemos tiempo para pasar el uno con el otro porque eso es importante para nosotros.
En su folleto Tú, yo y nosotros, que puedes descargar de forma gratuita en la sección RECURSOS de esta página web, el Dr. David Ludwig sugiere las siguientes prácticas para fortalecer el pilar emocional:
* Hacer comentarios afirmativos. La mayoría de las parejas dan nueve declaraciones de refutación por cada afirmación. Lo hacemos sin pensar porque siempre hay algo que parece necesitar corrección. («¿Por qué no ignoras a mi madre?»)
– Para crear el hábito, podemos proponernos hacer por lo menos cinco comentarios afirmativos antes de ganarnos el derecho de expresar un elemento negativo o de preocupación, creando así una reserva de buen humor. («Me encanta cómo te das cuenta de todo. ¡Muy poco se te escapa!»)
* Ser aliados. Cuando nuestra relación de pareja se derrumba y nuestros sentimientos están heridos, es natural culpar a nuestra pareja. («¿Por qué eres tan crítico?»)
– En vez de eso, podemos reconocer el problema como un malentendido y cambiar nuestro lenguaje de «tú» a NOSOTROS. («Creo que NOS echábamos de menos. Intentemos esa conversación de nuevo.»)
* Abordar el conflicto lo antes posible. En la Biblia encontramos el siguiente consejo: «No dejen que se ponga el sol estando todavía enojados y molestos unos con otros» (Efesios 4:26).
– «Supongo que ambos tenemos derecho a estar molestos por la situación, así que dejemos de culparnos y lleguemos al fondo de nuestras diferencias».
Y ahora que hemos definido la intimidad emocional y conversado acerca de algunos consejos para desarrollarla, quisiéramos dejarlos con unos ejercicios por Reggie Madison de First things first, que nos pueden ayudar a crear una relación de pareja saludable en cuanto a la intimidad emocional.
1. Hacer algo nuevo y comprometerse a lograrlo juntos.
– Preparen comidas nuevas y exóticas juntos de principio a fin. Busquen una receta, compren los ingredientes, preparen la comida y, por supuesto, coman juntos.
– Aprendan un nuevo idioma juntos. Concéntrense en aprender palabras específicas que les ayudarán a expresar aprecio y ser cariñosos.
– Creen una lista de cosas que quisieran hacer juntos como pareja y luego comiencen a hacerlas.
Las investigaciones muestran que hacer nuevas actividades puede reavivar la pasión en nuestra relación de pareja, ya que ayuda a experimentar desafíos, éxitos y fracasos juntos. Podemos ver el auténtico yo del otro sin la presión de ser perfectos.
2. Enriquezcan juntos el matrimonio.
– Tomen una clase para parejas.
– Asistan a un retiro.
– Participen en un seminario web sobre parejas.
– Lean un libro juntos y hablen de ello.
– Consulten a un buen consejero matrimonial.
Estas son buenas formas de invertir en nuestra relación de pareja para ayudarnos a compartir y fortalecer la intimidad emocional.
3. Hagan tiempo para hablar.
– Practiquen una conversación escuchando enfocadamente y sin interrupción. Tómense entre 15 y 30 minutos cada día para compartir lo que tengan en el corazón. El único objetivo es asegurarse de que cada uno se sienta escuchado y comprendido. Algunos días la conversación puede ser un resumen del día. Otros días, cada uno puede revelar niveles más profundos de transparencia y vulnerabilidad.
– Tengan curiosidad. Háganse preguntas. Sean vulnerables y transparentes al compartir sus pensamientos.
– Reserven tiempo regular para conectarse. La doctora Linda Duncan, profesora emérita de la Universidad Estatal de Tarleton, comparte que las parejas pueden desarrollar intimidad conectándose intencionalmente en cuatro puntos distintos a lo largo de su día:
1. Cuando se despiertan.
2. Antes de salir.
3. Cuando se vuelven a ver después del trabajo/escuela.
4. Cuando se van a la cama.
«Conectarse» puede ser tan simple como darle a nuestra pareja una taza de café y decirle «Buenos días», darle un beso de despedida y decirle «Te quiero», darle un abrazo cuando llega a casa y hablar antes de dormir.
4. Celebren su unión.
– Recuerden noches memorables de citas o miren fotos y vídeos mientras recuerdan las experiencias que han compartido juntos.
– Tómense 15 minutos para intercambiar cumplidos genuinos o expresar su agradecimiento el uno por el otro.
Cada uno de estos ejercicios por sí solo no puede fortalecer nuestra intimidad emocional. Pero si los hacemos con un corazón agradecido y de aprecio hacia nuestra pareja y los convertimos en un hábito, comenzaremos a sentirnos más cerca y más conectados.
Hoy hemos conversado acerca de la intimidad emocional como pilar en la relación de pareja. Los conflictos no resueltos debilitan el pilar emocional, y convierten el hogar en un lugar incómodo e inseguro. Cuando nos frustramos y nos alejamos el uno del otro, ¡los conflictos no desaparecen! Cuando el mismo tema inquietante surge una y otra vez, se va empeorando más y más el asunto.
Pero recuerda que a medida que crece el pilar emocional en nuestra relación de pareja, desarrollamos conexiones emocionales profundas. Las conexiones positivas crean esa intimidad emocional que todos buscamos. Podemos quitarnos los zapatos, ponernos cómodos y hablar sobre cualquier cosa.
La relación de pareja es un hermoso viaje. Un día miraremos hacia atrás y disfrutaremos de los desvíos y los obstáculos que enfrentamos juntos, porque esas cosas fortalecieron nuestra intimidad emocional.
En este mes de febrero, disfruta del viaje con tu pareja y toma cada desafío de su mano. Y si aún no has encontrado a tu alma gemela, ten paciencia, sigue aprendiendo con podcasts como este, con folletos, libros, consejos de amigos. Cuando esa persona llegue, estarás listo para tener una relación estable y feliz.
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