• marzo 31, 2022
  • Mujer: creación de Dios con propósito, sentido y valor

  • Regresa

  • INTRODUCCIÓN

    Aún sigue siendo el mes de marzo así que en Sentido Latino seguimos honrando a la mujer. No hay duda de que la mujer es una criatura especial. Dios mismo lo grita abiertamente en su carta para nosotros, la Biblia, la cual está repleta de afirmaciones sobre la persona de la mujer y sus valiosas contribuciones.

    Hoy queremos hablar acerca del propósito de Dios para la vida de la mujer, su sentido y valor, y también de los obstáculos que pueden llevarla a no realizar ese propósito de vida. También compartiremos con ustedes algunos principios para contrarrestar esos obstáculos o retos.

    MUJER, CREACIÓN DE DIOS

    Creemos firmemente que Dios es nuestro Creador. Él creó a la mujer a su imagen y dijo que era «muy bueno». Pero la imagen de Dios, que consiste en conocerlo y conocer su voluntad, nos falta después del pecado de Adán y Eva.

    Entonces, aunque la mujer es creación de Dios hecha a su imagen, por causa del pecado a veces le cuesta llevar a cabo su propósito de vida que primordialmente debe ser cuidar la creación (en forma de nuestra familia, conocidos, nuestro prójimo, trabajo, mascotas, etc.) y compartir las buenas noticias de Jesús.

    Muchas cosas pueden estorbarnos para cumplir nuestro propósito de vida. Una de las más comunes es el estrés, o la falta de conocimiento de cómo manejarlo.

    EL ESTRÉS

    El estrés es el cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal, que suele provocar diversos trastornos físicos y mentales. Sentirse estresado no es algo fuera de lo común. En realidad, todos nos quejamos del estrés con que vivimos. Después de todo, quién no está estresado. ¿No es cierto?

    ¡No, no es cierto! Todos tenemos estrés en nuestras vidas, pero no todos estamos estresados. Si estás estresado, y has aceptado esto como algo inevitable en tu vida, este programa puede tener la respuesta que te guíe a vivir mejor y cumplir tu propósito de vida.

    Queremos compartir contigo algunas estrategias y técnicas que te ayudarán a cambiar tu forma de encarar la vida y te enseñarán a aprender a controlar el estrés para que el estrés no te controle a ti. Dios nos creó y nos ama, por lo que no quiere que el estrés arruine nuestra vida.

    Hemos tomado estos principios del folleto titulado «El estrés». Lo puedes descargar de forma gratuita en la sección de recursos de esta página web www.sentidolatino.com.

    Aquí resaltaremos nuestros principios favoritos.

    Aprende a manejar tu nivel de estrés

    ¿Cuán estresado estás? Estoy tan estresado que podría:

    a. Pegarle a alguien

    b. Tomar un trago para tranquilizarme

    c. Gritar a voz en cuello

    d. Desaparecer por un tiempo

    Gran parte del estrés que tenemos es el resultado de las presiones que sufrimos cada día en el trabajo, en la casa y en nuestra vida personal. O sea, del presente que vivimos. Otra parte, aquellas cosas que debimos haber hecho y no hicimos, ocurrieron en el pasado. Y otra parte que también en muchas ocasiones nos produce estrés es el futuro, o sea, las cosas que sabemos que tendremos que hacer y pensamos que no podremos hacerlas.

    En realidad, muchas veces ya estamos estresados antes de levantarnos de la cama, porque sabemos lo que nos espera en ese nuevo día. Las causas de nuestro estrés pueden ser muchas y muy variadas, pero el resultado siempre es el mismo. Por eso es importante no sólo aprender acerca de nuestro nivel de estrés, sino también saber reconocer qué es lo que nos produce estrés.

    Mujer, pon atención a las señales que te da tu cuerpo. Puede que se te apriete un poco el pecho o que comiences a respirar muy rápido. Pon atención a los momentos en que sientes más estrés en el día para tratar de descifrar lo que más te estresa. Una vez que lo hagas, lidia con eso.

    Por ejemplo, cuando las cosas no salen como tenías planeado y sientes que tu nivel de estrés está llegando al límite, oblígate a salir a caminar por diez o quince minutos para despejar tu mente. Mientras vas caminando, pregúntate cuáles son las cosas que obligatoriamente debes hacer ese día y cuáles las que pueden esperar hasta el día siguiente.

    Pero quizás ya has intentado salir a caminar y no te ha dado resultado porque la presión que sientes es demasiado fuerte. Cuando a mí me pasa eso, me tranquiliza recordar que Dios está de mi lado, y que quiere darme la paz y la tranquilidad que tanto necesito. Cuando pienso en el siguiente pasaje de la Biblia, siento que mi carga se aliviana: «En medio de la angustia clamé al Señor, y él me respondió y me dio libertad» (Salmo 118:5).

    PIENSA ANTES DE ACTUAR

    No es bueno tomar decisiones cuando estamos bajo estrés porque generalmente terminamos arrepintiéndonos, porque el estrés distorsiona nuestra capacidad de pensar racionalmente.

    Mujer, si estás bajo mucho estrés, tómate un tiempo para pensar en lo que te pasa, y para poner todo en la balanza. Luego pregúntate: ¿Es razonable lo que estoy pensando hacer? ¿Cómo va a afectar mi vida y la vida de los que me rodean?

    Mujer, cuando tengas que tomar decisiones, recuerda que Dios está contigo. Así lo dice en su Palabra el profeta Isaías: «El Señor da fuerzas al cansado, y aumenta el vigor del que desfallece. Los jóvenes se fatigan y se cansan; los más fuertes flaquean y caen; pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan» (Isaías 40:29-31).

    APRENDE A DIFERENCIAR TU ESTRÉS

    No sé si te pasa lo mismo que a mí, pero cuando me siento abrumado, generalmente es porque no he podido separar las cosas que me están pasando. Hay veces en que todos los problemas vienen a mi mente al mismo tiempo agobiándome de tal forma, que los veo como imposibles de solucionar.

    Cuando esto nos sucede, bebemos identificar si el estrés que estamos sintiendo es algo a largo plazo o algo que eventualmente va a pasar porque es causado por una situación específica. A modo de ejercicio práctico, anota las cosas que te están produciendo estrés en estos momentos en diferentes columnas. En la columna a la derecha, escribe lo que corresponda: LP para largo plazo, y en la de la derecha, CP para corto plazo. Este ejercicio te ayudará a aclarar tu mente. Tómate tiempo para separar los distintos problemas que te vienen a la memoria y examinarlos a cada uno por separado.

    Mujer, necesitas recordar que el estrés con que estás lidiando hoy no va a durar para siempre, y que Dios es la fuente de la fortaleza que necesitas para seguir adelante. Una vez más, la Palabra de Dios tiene algo para decir sobre esto. En el libro de Eclesiastés, leemos: «Todo tiene su tiempo. Hay un momento bajo el cielo para toda actividad…» (Eclesiastés 3:1-8).

    APRENDE A CONFIAR EN DIOS

    Llega un momento en que el luchar y preocuparse por un problema sólo produce más luchas y más preocupaciones. Hay veces en que la mejor forma de resolver un problema es no resolviéndolo. La clave está en solamente reconocerlo.

    Cuando eso pasa, lo mejor que podemos hacer es entregar el problema a Dios, quien es más grande que el más grande de nuestros problemas. La solución que Jesús nos ofrece es permanente. Para quienes vivimos bajo la gracia de Dios, las preocupaciones y los problemas de este mundo pasan a ocupar un segundo plano, gracias a la nueva perspectiva que él nos ofrece.

    Mujer, cuando aprendes a escuchar la voz de Dios, te das cuenta de que él te habla cuando menos lo esperas. Sólo debes estar atenta para poder escucharlo. Escucha lo que nos dice su Palabra: «No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 4:6-7).

    APRENDE A ALIGERAR TU CARGA

    Quizás este sea el principio más importante para vivir con menos estrés: aprender a aligerar nuestra carga. Es bueno que recordemos que no necesitamos acarrear las cargas del pasado. Dejemos nuestros errores (o los de los demás) y nuestros fracasos (o los de los demás) en el mejor lugar en que pueden estar… en el ayer.

    Mujer, gran parte del estrés que sufres se debe a las muchas cosas de las que no quieres desprenderte, cosas que pertenecen a un ayer que ya pasó. Si te sientes estresada por hechos, conversaciones, u ofensas del pasado, ahora es el momento de dejarlas ir. La Palabra de Dios dice: «Tan lejos como está el oriente del occidente, alejó de nosotros nuestras rebeliones» (Salmo 103:12).

    CONCLUSIÓN

    Mujer, Dios te ha creado con propósito, con sentido, con valor. Brilla en el lugar que Dios te ha puesto y no permitas que el estrés te domine y te impida lograr tus propósitos.

    Ahora llegó el momento de poner en práctica los principios que has escuchado hoy. Y siempre es mucho más fácil hacerlo cuando tenemos el apoyo de un grupo, así que te sugerimos que trates de encontrar un grupo de personas que te ayuden en tu camino. ¡No tienes que hacerlo todo sola!

    Una posibilidad es conectándose con una comunidad de personas que sinceramente busquen y sigan lo mejor de Dios en sus vidas. A través de ellas podrás recibir aliento y apoyo para establecer una relación más personal con Dios, serás guiada para comprender mejor la Palabra de Dios, y podrás contar con sus oraciones.

    Eres maravillosamente creada, eres especial. ¿Estás dispuesta a que Dios te transforme en una persona nueva? ¿Estás lista para aceptar lo mejor de Dios para tu vida? Nuestro sincero deseo es que tu respuesta a estas preguntas sea un rotundo ¡sí!


Contáctenos