• agosto 25, 2022
  • Necesito amigos

  • Regresa

  • Introducción

    Hoy queremos conversar acerca de la amistad en la era post-COVID. El COVID trajo consigo la distancia social y el aislamiento. Muchos nos acostumbramos a eso y quizá nuestras relaciones de amistad sufrieron. Cultivar amistades es necesario y maravilloso. No podemos permitir que la ola del COVID nos deje en la comodidad de nuestros sillones oyendo Spotify y viendo Netflix, completamente separados de nuestra sociedad y amigos.

    En programas anteriores hablamos de la soledad que muchas personas viven porque han tenido que estar separados de sus seres queridos sin quererlo. Hoy queremos hablar sobre el aislamiento social que muchos han elegido después de tantos meses de encierro por causa del Covid.

    Beneficios de la amistad

    Según la Clínica Mayo, líder mundial de atención médica, investigación y educación, sin fines de lucro, tener buenos amigos es beneficioso para la salud. Los amigos celebran con nosotros los buenos momentos y nos apoyan en los malos. Tener amigos ayuda a prevenir la soledad y nos da la oportunidad de acompañar a quien lo necesite. Tener amigos también puede:

    * Aumentar nuestro sentido de pertenencia y propósito.

    * Aumentar la felicidad y reducir el estrés.

    * Mejorar la confianza en uno mismo y la autoestima

    * Ayudarnos a enfrentar traumas, como un divorcio, una enfermedad grave, la pérdida de trabajo o la muerte de un ser querido.

    * Animarnos a cambiar o a evitar hábitos no saludables en nuestra vida, como beber demasiado o no hacer ejercicio.

    * Los adultos que cuentan con un apoyo social fuerte tienen menor riesgo de problemas de salud.

    Obstáculos para la amistad

    La pandemia nos obligó a todos a reflexionar sobre la naturaleza y la fuerza de nuestros vínculos sociales. Aunque el mundo virtual nos ha animado a acumular amigos como si fueran puntos por ganar, la pandemia ha puesto al descubierto la distinción entre la cantidad y la calidad de nuestras conexiones. Hay personas a las que ansiamos ver y otras a las que es un alivio no ver. Muchas relaciones circunstanciales —amigos que habíamos hecho en el trabajo o en la escuela, o los padres de los compañeros de deportes de nuestros hijos— se han quedado fuera de nuestro círculo de amigos.

    Y es que los amigos no surgen de la nada. Hay que esforzarse para tenerlos y conservarlos. Y parte de eso es darse cuenta de quiénes nos hacen sentir cómodos y conectados, y quiénes nos hacen sentir agobiados e incómodos. Ésta ha sido una época definida por la división, el narcisismo, el ajetreo frenético y una epidemia de soledad.

    Cómo hacer amigos nuevos

    Entonces es hora de despertar, salir de detrás de las pantallas y comenzar a hacer amigos de carne y hueso. Pero no es tan fácil hacer nuevos amigos o incluso conectar con amistades anteriores siendo adultos. La pandemia nos dejó quizá con menos amigos o distanciados de nuestros amigos antiguos. Entonces nos toca obligarnos a nosotros mismos a salir del capullo de comodidad de la casa e intencionalmente buscar amistades nuevas o reconectarnos con las antiguas.

    Es normal sentirnos nerviosos o incómodos al conocer gente nueva o volver a conectarnos con viejos amigos, y también es normal tener miedo al rechazo o a ser juzgados por los demás. Cuando esto sucede, y para evitar emociones incómodas, nos vemos tentados a rechazar invitaciones, cancelar planes o evitar oportunidades de conocer gente nueva o estar rodeados de gente que ya conocemos. Pero, aunque nos sintamos incómodos ante las experiencias nuevas o diferentes, en un mundo nuevo y diferente después del COVID, estos sentimientos mejorarán si seguimos adelante con los planes y volvemos a conectarnos con las personas.

    Aquí hay algunas ideas para volver a comenzar:

    * Inscríbete en una clase de algún pasatiempo.

    * Busca grupos y eventos locales a través de aplicaciones como Meetup, Nextdoor o Facebook.

    * Muestra un interés genuino haciendo preguntas, validando a las personas y escuchándolas cuando estés con ellos.

    * Ofrécete como voluntario para una causa en la que crees y proponte hacer amigos allí.

    * Ten expectativas realistas y mantente en contacto con la gente con quien tienes contacto.

    * Invierte tiempo conociendo más a tus compañeros de trabajo o vecinos para que se conviertan en amigos.

    * Amplía tu círculo a través del grupo de deporte de tus hijos o en un parque para mascotas.

    * Organiza y crea tu propio grupo en función de un pasatiempo o interés.

    Cómo renovar las viejas amistades

    Puede parecer arriesgado, pero a veces renovar una vieja amistad puede ser hermoso. Después de todo, tienen un historial juntos. Con algo de tiempo y atención, conectar de nuevo con viejos amigos puede ser gratificante. Para eso:

    * Da el primer paso. Ponte en contacto con un mensaje de texto, una tarjeta o una llamada telefónica.

    * Muestra gratitud, compasión y amabilidad.

    * Practica la vulnerabilidad y la empatía cuando los tiempos son difíciles.

    * Empieza a reunirte con ellos, comparte algunos recuerdos y risas.

    * Anímalos celebrando sus éxitos.

    * Haz un seguimiento regular para mantenerte en contacto.

    Necesito amigos, pero no puedo buscarlos

    Pero ¿qué tal si te encuentras en un momento de tu vida en el que reconoces que necesitas amigos, pero sientes que no puedes buscar amigos nuevos ni conectarte con amigos viejos? Si te sientes así, puede que estés sufriendo de ansiedad social. La ansiedad social es una condición de salud mental que muchas personas están experimentando, especialmente después de la pandemia.

    La ansiedad social se deriva de tener un miedo excesivo a ser juzgado por los demás. Para las personas con trastorno de ansiedad social, la interacción social cotidiana, incluso con amigos cercanos, puede provocar ansiedad. Entonces, al tratar de hacer nuevos amigos, las personas con ansiedad social pueden paralizarse por miedo a decir lo incorrecto o ser juzgadas duramente.

    Si tienes ansiedad social, o sospechas que alguien conocido la tenga, aquí hay algunas técnicas que pueden ayudarles a sentirse más cómodos en situaciones sociales, dándose la oportunidad de tener nuevas conexiones.

    1. Acepta estar en desacuerdo con tus pensamientos negativos. Uno de los primeros mecanismos de defensa para las personas con ansiedad social es levantar un muro de pensamientos negativos, como «Se que me humillaré a mí mismo«. Esa es una reacción automática. ¿Qué hacer cuando te suceda eso?

    * Reconoce tus pensamientos negativos por lo que son: solo pensamientos.

    * No juzgues tus pensamientos ni a ti mismo por tenerlos.

    * Deja que pasen a un segundo plano manteniendo una evaluación neutral. Piensa: «Es solo un pensamiento, no necesariamente una realidad».

    * Piensa en un escenario o resultado alternativo más positivo.

    2. Lucha, no huyas. Es natural querer evitar las cosas que nos asustan. Pero evitar situaciones sociales en realidad puede empeorar la ansiedad a largo plazo. Cuanto más nos exponemos a las situaciones que tememos, más cómodos nos sentimos con ellas. Es bueno comenzar con situaciones ligeramente incómodas y luego trabajar gradualmente. Por ejemplo, puedes comenzar por:

    * hacer contacto visual con un extraño,

    * sonreír a alguien que no conoces,

    * presentarte a alguien nuevo,

    * hacerle una pregunta a alguien que acabas de conocer,

    * hacer un cumplido a alguien que no conozcas.

    3. Ten un balance con el uso de la tecnología. La tecnología es una forma de conectarse con las personas, pero también puede perpetuar la ansiedad social. Es tan fácil socializar a través de los medios sociales, que podemos sentir que no necesitamos interactuar en el mundo real.

    4. Haz una práctica. La ansiedad social puede hacer que las situaciones desconocidas sean abrumadoras. Haz una práctica antes de un evento para que al menos parte de la rutina te resulte familiar. Por ejemplo, practica la ruta, mira las cafeterías o visita el lugar de la actividad con antelación para que puedas identificar un lugar para escaparte un momento si te sientes demasiado ansioso.

    5. Considera hacer terapia. La psicoterapia siempre es una opción para tratar cualquier trastorno de ansiedad. Para la ansiedad social, la terapia cognitiva conductual es el tratamiento más eficaz pues está llena de técnicas que pueden ayudarte a gestionar tus pensamientos, emociones e incluso tu respuesta física a situaciones sociales.

    6. Recuerda siempre el autocuidado. El autocuidado es esencial para todos, pero especialmente para las personas con ansiedad. Duerme lo suficiente y come comidas regulares y saludables. Intenta no consumir alcohol porque esto en realidad exacerba la ansiedad. Sé amable contigo mismo, conoce tus límites y trata de no presionarte mucho. Todo el mundo tiene sus luchas en esta vida. Si solo te quedas la mitad de una fiesta o reunión, eso sigue siendo una victoria mientras sigues trabajando en tu ansiedad.

    Conclusión

    Ocurre en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. Pero la realidad es que todos necesitamos amigos. Los seres humanos somos seres sociales, hechos para vivir en comunidad. Y las verdaderas amistades son invaluables. Hasta a veces pasan a tu siguiente generación. Quizá amigos tuyos terminen ayudando a un hijo tuyo en algún momento…

    Entonces, no descuidemos o limitemos nuestras amistades, ni permitamos que la velocidad con que vivimos, el materialismo reinante, los prejuicios, distintas cuestiones culturales y trabas psicológicas atenten contra ellas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más importantes que los seres humanos tenemos.


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