Hoy queremos hablar de un tema doloroso como lo es la infidelidad. Con solo pensarlo, a muchos se les aprieta el corazón. Y es que la infidelidad es una traición a un acuerdo, a un pacto, que trae consigo consecuencias graves. Muchas personas salen lastimadas en una infidelidad: la persona que es infiel, la persona a la que engañaron, los hijos, la persona con la cual se fue infiel, la familia de esa otra persona, etc. … Muchas veces no se obtiene la respuesta verdadera a la pregunta «¿por qué me engañaste?», porque la mayoría de las veces es por causa de un conjunto de decisiones y situaciones.
En fin, la infidelidad es algo muy dañino para muchos, pero hoy queremos enfocarnos en los efectos que la infidelidad causa en la persona que fue engañada y en lo que se puede hacer para recuperarse. Si tu pareja te fue infiel, sigue escuchando, este programa es para ti, hay esperanza y sanidad. Si conoces a una persona a la que le fueron infiel, sigue escuchando, le puedes ayudar. Si eres tú quien estás siendo infiel o a punto de ser infiel, sigue escuchando, la bomba de daños que estás lanzando es más grande de lo que crees y «el pasto NO es más verde en el patio del vecino». El objetivo de este programa es ayudar a resolver las emociones que trae consigo una infidelidad.
Según el Dr. Dennis Ortman, aquellas personas que han descubierto la infidelidad de su pareja sufren un trauma al que él llama de «Trastorno de estrés post infidelidad (PISD)». Y es posible que la persona engañada experimente síntomas compatibles con el estrés postraumático. La diferencia es que, en el caso de la infidelidad, la persona puede sufrir un shock mental con respecto al sistema que ha construido como pareja.
Ortman añade que las fases de recuperación de la infidelidad no son diferentes a las 5 etapas de duelo por la muerte o pérdida de un ser querido. Las investigaciones también muestran que, además de estrés, la infidelidad puede causar un aumento de ansiedad y depresión, así como también desconfianza hacia los demás por mucho tiempo después del evento.
Los estragos de una infidelidad son devastadores. Pero ¡ten esperanza! Con la ayuda de un terapeuta y un trabajo activo por parte de ambos cónyuges, muchas parejas han podido superar la infidelidad y reconstruir la devastación que ella dejó a su paso.
El shock que queda después de la noticia de una infidelidad es inevitable. Aquí te damos unos consejos prácticos sugeridos por la Clínica Mayo para enfrentar y superar una infidelidad:
1. No tomes decisiones apresuradas. Si crees que podrías lastimarte físicamente o lastimar a otra persona, busca ayuda profesional de inmediato.
2. Dense espacio. Descubrir que tu pareja tiene una aventura amorosa siempre es intenso. Es posible que actúes de forma errática o que no actúes como tú mismo mientras intentas entender qué pasó. Intenta evitar discusiones emocionalmente intensas al comenzar el proceso de recuperación.
3. Busca apoyo. Puede ser útil compartir tu experiencia y sentimientos con un amigo o ser querido de confianza que pueda apoyarte, alentarte y acompañarte en tu camino a la recuperación. Evita a las personas que tienden a juzgar, criticar o ser chismosas. Los líderes espirituales también están capacitados y pueden ser útiles. Considera consultar, tú solo o con tu pareja, a un terapeuta matrimonial capacitado y con experiencia.
4. Tómate el tiempo que necesites. Aunque tengas un gran deseo de comprender lo que sucedió, evita profundizar en los detalles íntimos de la aventura. Hacerlo sin ayuda profesional pude ser doloroso.
Lo primero que viene a la mente después de una infidelidad es, ¿y ahora qué? ¿Debo quedarme o no en esta relación? ¿Debo perdonar o no? Estas dos cosas van de la mano en una forma complicada. El hecho de perdonar no lleva a quedarse en el matrimonio. Pero el hecho de quedarse en el matrimonio tiene que ir acompañado de perdonar. Recuerda que perdonar es dejar ir la ira y las ganas de venganza para poder sanar. Pero esto no quiere decir que apruebes el comportamiento de la otra persona ni la forma en que te hirió. Así que siempre es bueno perdonar por el bien de uno mismo. Pero no siempre es necesario quedarse en la relación.
Si después de un tiempo determinas que necesitas terminar tu matrimonio, debes saber que no será fácil, pero con la ayuda de Dios puedes salir adelante. Siempre es aconsejable tratar de restaurar la relación, pero en algunos casos la infidelidad mata la relación por completo. En algunos programas anteriores mencionábamos que «Algunos divorcios son inevitables, por ejemplo, cuando un cónyuge abandona el matrimonio, o persiste en la infidelidad obstinada, o aleja físicamente al otro cónyuge a través del abuso». Pero recuerda que aun si decides no quedarte en el matrimonio, debes perdonar. En ese caso, hay algunos consejos que pueden ayudarte en la recuperación.
1. Identifica la razón. Si no tienes clara la razón por la cual necesitas salir de una relación tóxica, probablemente vas a ceder y permanecer en ella. Cuando identifiques esa razón, trata de centrarte en las cosas que son progresivas, en lugar de en cuestiones puntuales. Por ejemplo: piensa en el hecho de que esa persona te fue infiel, por lo que tus sentimientos por ella han cambiado, y no en que hayas tenido tu primera pelea.
2. Libera tus emociones. Ya sea que elijas llorar, bailar o tomar una clase de kickboxing, es una buena idea liberar tus emociones en lugar de embotellarlas. Al darles una salida, podrás liberar la tensión y evitar decir algo de lo que quizás después te arrepentirás.
3. Responde en vez de reaccionar. Al salir de una relación, inevitablemente habrá conversaciones difíciles. Durante esas conversaciones, la otra persona puede decir algo que te haga reaccionar. En su lugar, respira hondo y responde con cuidado. Al permitirle a la otra persona algo de espacio en la conversación y tomar un momento para pensar con más claridad, la conversación será más productiva.
4. Empieza poco a poco. Al igual que cuando se quiere dejar de fumar, dejar una relación de repente puede causar un shock. Si la situación lo permite, podrías considerar empezar alejándote emocionalmente poco a poco. Por ejemplo, un día eliminas las fotos donde están los dos juntos, otro día elimina los mensajes que tienes guardados, etc.
Aclaramos que cuando la relación es traumática o implica abuso doméstico o maltrato, moverse lentamente puede empeorar las cosas y causar más angustia. En estos casos es recomendable hablar con un profesional que se especialice en este tipo de relaciones.
5. Sé paciente contigo mismo. Alejarse de una relación que era importante para ti puede ser un desafío. Así que, intenta darte un poco de gracia y paciencia para seguir adelante. Todo es un proceso.
6. Mira hacia adelante. Si solo piensas en cómo era antes tu relación, será cada vez más difícil alejarte de ella. Es natural mirar hacia atrás y ver solo lo mejor en una persona. Pero mirar hacia atrás te dejará atascado. En vez de glorificar un pasado que ya no existe, mira hacia el futuro.
7. Evita el contacto sexual. Intenta detener todo contacto sexual con la persona de la cual te estás separando. El contacto sexual puede fortalecer tu apego y hacer que sea casi imposible abandonar con éxito la relación.
8. Mantente alejado del alcohol y las drogas. Por tentador que pueda ser olvidarse temporalmente del dolor y del trabajo de dejar una relación, el alcohol y las drogas solo proporcionan olvido temporal del problema. No resolverán los problemas y en realidad pueden ser más dañinos, ya que pueden contribuir a tu apego a la relación. En lugar de buscar un escape con el alcohol o las drogas, intenta enfrentarte a tus sentimientos.
9. Considera la posibilidad de pedir ayuda. Considera pedir apoyo a las personas en las que confías. Explícales que es posible que los necesites más durante los próximos meses. Recuerda que hay personas que te quieren y quiere ayudarte.
Si al pasar el tiempo decides quedarte, tienes que decidir también perdonar y hacer todo lo posible por seguir adelante sin traer el pasado al presente. De otra forma, no funcionará.
Cuando nuestra pareja y nosotros estuvimos ataviados para la boda, es posible que hayamos pensado que todo iría perfecto. Estábamos enamorados y mirando el mundo a través de gafas de color rosa. Pero a estas alturas ya sabemos que ambos tenemos defectos. El matrimonio es la unión de dos personas imperfectas en un mundo imperfecto. Pero, aun así, puede ser un refugio seguro contra las presiones del mundo, un lugar donde encontramos comodidad, compasión, cuidado y un compromiso duradero. Y aunque es probable que no lo puedas ver ahora, tu matrimonio puede ser restaurado y llegar a ser todo eso.
Pero, ¿cómo hacer para ver más allá de todo el dolor que ahora se encuentra entre tu pareja y tú? ¿Cómo hacer para sanar? Esto es posible si nos enfocamos en el futuro a través de los ojos del perdón y del amor que Dios nos ayuda a tener. Si decides reconstruir tu matrimonio, sabes que este proceso puede tomar muchos meses. No te desanimes si el amor, la confianza y el compromiso no vienen tan rápido como deseas. Va a tomar un tiempo aceptar plenamente la disculpa de tu pareja. Sin embargo, te animamos a que seas parte del proceso de sanación en un espíritu de perdón, expresándole a tu pareja que deseas perdonarle, incluso si no puedes hacerlo todavía. Esto les dará́ esperanza a los dos.
1. Prestar atención a los factores
El paso siguiente, después de haber decidido perdonar, quedarte en la relación y mirar juntos al futuro, es hacer frente a los factores que llevaron a la infidelidad. Ignorarlos deja abierta la puerta para la depresión derivada de una ira y un dolor no resueltos, y posiblemente para otra infidelidad. Nadie puede hacerte ser infiel a tu cónyuge. Sin embargo, tu cónyuge puede contribuir a tus sentimientos de aislamiento, y de no sentirte amado. Es importante que ambos puedan aceptar su parte de responsabilidad por la restauración de su matrimonio y buscar formas de mejorar.
El mejor lugar para comenzar es abriendo las líneas de comunicación. Se puede empezar por decirse mutuamente lo que los haría sentirse más amados, seguros, apreciados. El compartir las necesidades los hará sentirse escuchados y comprendidos. Tómate el tiempo, tan a menudo como sea necesario, para hablar de estos temas específicos con tu pareja, y estar de acuerdo en hacerlo sin acusaciones, palabras hirientes, o gritando. Si esto se te hace difícil, busquen la ayuda de un consejero profesional en temas de matrimonio para guiarlos de forma que sus conversaciones sean productivas, equilibradas y enfocadas en los temas relevantes.
2. Reconstruir la confianza
Es importante que no te aferres al dolor para siempre. Si tu cónyuge continúa haciendo intentos de limar asperezas, y tú sigues castigándolo y rechazando su afecto, pronto renunciará a la lucha. Pero si ambos se comprometen a sanar su relación a pesar del dolor, la recompensa puede ser un nuevo tipo de matrimonio que seguirá creciendo en confianza y en todas las áreas y que probablemente superará sus expectativas anteriores.
Enfrentar una infidelidad no es nada fácil. La pregunta «¿por qué me engañaste?» puede rondar en las cabezas y corazones de quienes están heridos por mucho tiempo. Pero con la ayuda de Dios podemos sanar de cualquier dolor y herida que esta vida nos traiga. Tener claras las prioridades y el orden de importancia de cada cosa puede ser de mucha ayuda y es esencial para llevar vidas exitosas y llenas de satisfacción. Quien debe ocupar el primer lugar en todas nuestras relaciones, es Jesús; luego, nuestro cónyuge, luego los hijos y la familia. Esto nos ayuda a mantener nuestras prioridades claras. Cuando estas prioridades no están en su orden correcto, desobedecemos a Dios y lastimamos a otros.