Si te has preguntado por qué muchas veces no tienes paz y alegría, entonces este podcast es para ti. Y es que es fácil sentirse abrumado y estresado en la vida, pero ¿por qué algunos de nosotros nos sentimos peor? ¿Hay algo que podamos hacer para encontrar más paz y alegría en la vida? Hoy vamos a explorar algunas de las razones por las cuales podríamos sentirnos así y qué podemos hacer para cambiarlo.
Escuché a una persona decir: Ser adulto significa decirte a ti mismo todas las semanas por el resto de tu vida: «Después de esta semana las cosas se calmarán». ¿Te suena familiar? Es gracioso porque todos nos relacionamos de inmediato. Pero, aunque reímos, debajo de la risa sentimos como si nos ahogáramos. Nos damos cuenta de que el ajetreo cotidiano está afectando nuestra salud, relaciones y anhelos.
Entonces, ¿cómo podemos escapar del ajetreo cotidiano, de esa competencia feroz que nos consume, y encontrar la paz y alegría que buscamos? Primero, tenemos que entender qué es el ajetreo cotidiano o competencia feroz. Según el diccionario: es una existencia estresante en la que nuestro trabajo se ha apoderado de todo. En otras palabras, el trabajo ya no es un medio para lograr un fin, sino que se ha convertido en el TODO en sí mismo.
Nadie, o al menos muy pocos, se propusieron esclavizarse a una forma de vida tan despiadada e insatisfactoria. Pero como ha pasado a formar parte de la sociedad en que vivimos, lo tomamos como algo inevitable y vivimos vacíos y agotados, sin paz y alegría. Sin embargo, para llevar una vida abundante y fructífera es necesario vivir en paz y con equilibrio.
Es importante reconocer que todos experimentamos altibajos emocionales. Todos tenemos días buenos y malos, y eso es perfectamente normal. Sin embargo, si sientes que no tienes paz ni alegría en general, es posible que haya algo más que esté contribuyendo a esa sensación. Veamos algunas de las posibles razones:
1- Quizás te estés sintiendo así porque estás con estrés. La vida puede ser estresante, especialmente para los latinos en los Estados Unidos, quienes a menudo enfrentamos barreras adicionales en nuestra vida diaria. El estrés puede provenir del trabajo, las relaciones, las finanzas o cualquier otra cosa que parezca abrumadora. Si crees que estás estresado, quizás sea el momento de hacer algo al respecto. Hoy en día hay muchas maneras de encontrar ayuda, así que aprovéchalas. Y mientras lo haces, puedes comenzar por dedicar un tiempo cada día a caminar, meditar, conversar con amigos o familiares, en fin, hacer algo que te haga sentir más relajado.
2- Otra razón por la que podrías sentirte sin paz y alegría en general, es la falta de conexión social. Los seres humanos necesitamos conexiones significativas con los demás para sentirnos realizados y felices. Aprovecha las oportunidades que te ofrece tu comunidad para conectarte con otros. Por ejemplo, puedes unirte a un grupo comunitario, involucrarte en las actividades de la escuela de tus niños o asistir a eventos culturales o religiosos.
3- La falta de propósito o significado en la vida también puede hacer que te sientas sin paz ni alegría. Es común sentirse aburrido o desmotivado cuando uno no está haciendo algo significativo con su vida. Si este es tu caso, ponte a pensar y anota en una libreta lo que realmente te importa y lo que te da significado en la vida. Una vez que lo tienes en claro, busca los medios para incorporarlo en tu vida. No siempre es posible cambiar de trabajo, pero sí podemos explorar nuevos pasatiempos o actividades, o incluso realizar trabajo voluntario o de caridad.
4- La depresión y la ansiedad también pueden ser una causa de falta de paz y alegría en la vida. Si crees que podrías estar sufriendo de alguno de estos trastornos, es importante que busques ayuda profesional. La consejería o los medicamentos pueden ser muy útiles para abordar estos problemas.
Pero aun cuando ninguna de las razones anteriores se apliquen a nosotros, la vida nos puede llegar a consumir y agotar. Nos esforzamos tanto por lograr «el sueño americano», por darles un futuro mejor a nuestros hijos, por ayudar a los familiares que quedaron en nuestros países de origen, que el trabajo nos consume. Las pocas recompensas que de él recibimos, como un aumento de sueldo o un reconocimientos por algo bien hecho, no son suficientes para contrarrestar las consecuencias.
Pero no tenemos por qué seguir viviendo así. Veamos algunas cosas prácticas que podemos comenzar a hacer a partir de hoy mismo:
1. Aprende a decir «no». Muchas veces nos metemos en problemas porque decimos «sí» a demasiadas cosas. Pero cuando aprendemos a decir «no» comenzamos a proteger nuestro tiempo y también nuestra salud.
2. Hacer una lista de nuestras prioridades. Cuando no tenemos en claro qué cosas son importantes para nosotros, las cosas urgentes suelen acaparar nuestro tiempo, aun cuando no sean importantes.
3. Apartar tiempo para nosotros. La competencia feroz y el ajetreo cotidiano consumen todo nuestro tiempo y energía, por lo que es importante encontrar tiempo para nosotros mismos, para hacer cosas que disfrutamos y que nos llenan de energía.
4. Y por último, a pesar de que ya lo hemos mencionado, está el hacer ejercicio regularmente, ya que no solo tiene una variedad de beneficios físicos, sino que también puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la energía y la concentración en el día a día.
Como dijimos al principio, todos experimentamos altibajos emocionales, pero si sientes que no tienes paz ni alegría en general, es posible que haya algo más que esté contribuyendo a esa sensación. Por lo tanto, es importante que tomes el tiempo para reflexionar sobre lo que está contribuyendo a esos sentimientos y busques formas de abordarlo.
Muchas personas luchan con la sensación de que nunca tienen tiempo para relajarse o disfrutar de las cosas simples de la vida simplemente porque no saben decir que «no», olvidándose de que su tiempo y energía son recursos valiosos que deben ser dedicados a las cosas que realmente importan. Y muchas otras personas se olvidan de tomar un tiempo para descansar y recargar sus energías, incorporando pequeñas dosis de felicidad y paz en la vida cotidiana.
Sea cual sea tu situación, recuerda que no tienes que hacerlo solo y que siempre hay recursos y apoyo disponibles para ayudarte a encontrar la paz y la alegría que buscas. Ya sea a través del ejercicio, la conexión social o la ayuda profesional, hay muchas formas de encontrar más paz y alegría en la vida. Así que, ¡vamos a empezar hoy! Puedes conversar con nosotros a través nuestras redes sociales. Recuerda que estamos aquí para acompañarte en el camino de tu vida.
Y no queremos irnos sin antes decirte que nosotros encontramos la verdadera fuente de paz y alegría solo en Dios. Sin Él no hay ejercicio o terapia que valga. Él nos creó y nos conoce más que nadie, incluso más que nosotros mismos. Dios sabe lo que necesitamos y lo que es mejor para nuestra vida, y por eso en Él confiamos. Es nuestra oración que tú también puedas confiar en Él. Y si tienes alguna duda o pregunta, aquí estamos para ayudarte y acompañarte. ¡Dios te bendiga!