INTRODUCCIÓN
En honor al Día Internacional de la Mujer, que se celebró el 8 de marzo, hoy queremos hablar sobre los retos y desafíos que la mujer enfrenta en el mundo actual. Con este programa no queremos menospreciar o culpar a los hombres por los desafíos que las mujeres tienen que enfrentar, ni tampoco sugerir que las mujeres son mejores o peores que los hombres. Lo que sí queremos es reconocer y conversar sobre las injusticias que aún hoy en día viven las mujeres en todo el mundo, y más específicamente en los Estados Unidos, con el propósito de empoderar a las mujeres y niñas para que sigan luchando por sus derechos.
Y es que en pleno siglo veintiuno aún existen obstáculos que impiden la igualdad de las mujeres. Son demasiados los lugares en los que las mujeres y las niñas aún no disfrutan de los derechos básicos y se les impide ocupar el lugar que les corresponde en la sociedad. Nos corresponde a todos contribuir para lograr un mundo en el que las mujeres y las niñas puedan desarrollar todo su potencial y vivir con dignidad en su familia, su comunidad y su país.
Hay varias versiones de la verdadera raíz del Día Internacional de la Mujer, así que no queremos entrar en detalles sobre dónde o cómo se originó. Pero sí hay un punto específico, un punto básico, y es que hubo huelgas y protestas para exigir derechos básicos que se les estaban negando a las mujeres, y desde la primera vez que se celebró hasta ahora, hemos avanzado mucho.
La crisis generada en el mundo a causa del COVID-19 ha puesto de manifiesto la importante contribución de las mujeres y también las cargas desproporcionadas que soportan. Las mujeres están en primera línea en la lucha contra la pandemia como trabajadoras de la salud, cuidadoras, investigadoras y líderes comunitarias. Pero todavía hay un largo camino por recorrer para lograr la igualdad de las mujeres. Hoy alentamos a todas las mujeres a seguir luchando por sus derechos y los de las generaciones que nos siguen.
ALGUNOS RETOS ACTUALES
Son muchos los retos y las desigualdades que enfrentamos las mujeres hoy en día. A continuación damos algunos ejemplos, y frente a todos decimos: mujer, no te dejes, no te rindas, no te calles.
* Brecha salarial: en la actualidad, como todos sabemos, las mujeres no ganan a la par de los hombres. Según un artículo de la CNBC, y de acuerdo al Centro Nacional de Derecho de la Mujer, las mujeres latinas reciben alrededor de cuarenta centavos menos por dólar que los hombres anglos.
* Trabajo doméstico no remunerado: es uno de los mayores retos de la actualidad que perjudica a mujeres y niñas. Se espera que las mujeres y niñas realicen todas las tareas domésticas, trabajen fuera de casa o no.
* Violencia laboral: algunos de los ejemplos más claros de la violencia laboral son los comportamientos hostiles, abusos, humillaciones o discriminación por parte de los subordinados o jefes.
* Acoso: el acoso es un problema que día a día viven miles de mujeres en las calles, trabajo, transporte, etc.
* Estereotipos: la sociedad impone ciertos estereotipos de belleza a los cuales espera que la mujer se adhiera y adapte.
* Acceso a puestos de poder: una de las luchas que subyace a todas nuestras batallas políticas es la continua falta de mujeres en puestos de poder. Esto obstaculiza el progreso en cuestiones que van desde la remuneración, hasta la ayuda humanitaria y la discriminación en todas sus formas.
* Patriarcado: uno de los desafíos al que se enfrentan las mujeres en los Estados Unidos hoy en día es el patriarcado. Esto es especialmente evidente en el ámbito de la política. Independientemente de la experiencia, educación o habilidades de una mujer, la naturaleza patriarcal de la sociedad estadounidense fomenta la percepción de que las mujeres están menos calificadas y son menos competentes que los hombres. Lo que el patriarcado ha hecho es convencer a la población de que una mujer fuerte e inteligente es un problema y una interrupción del orden social, y no una parte integral del mismo.
* Falta de respeto por los cuidados: las mujeres en los Estados Unidos que cuidan de hijos, padres, cónyuges, hermanos o miembros de la familia extendida, tienen dos trabajos a tiempo completo, mientras intentan competir con hombres que tienen uno. Por otro lado, más de la mitad son el principal sostén de la familia. Todo esto les quita tiempo y energía para avanzar en sus carreras, ganar más dinero y disfrutar de actividades de preferencia.
SUGERENCIAS
A todos estos retos y los muchos más que existen, respondemos: mujer, sigue luchando. Aquí te damos un par de sugerencias para hacerlo:
1. Compartir responsabilidades – Comprométete a compartir uniformemente las tareas domésticas, las responsabilidades paternales y otros trabajos no remunerados. Puedes comenzar con una conversación familiar, identificando las necesidades y responsabilidades domésticas, y repartiendo luego el trabajo.
2. Denuncia el acoso sexual – Denuncia de una manera segura y respetuosa cualquier comportamiento inapropiado. A través del diálogo abierto, desafía toda noción estereotipada de género, como «una mujer debe conocer su lugar», o «cálmate, no es para tanto». Si eres testigo de acoso, denúncialo. Si te sientes insegura al hacerlo, busca el apoyo de otras personas.
3. Lucha por una cultura de trabajo igualitaria – Lucha y vota por una representación equitativa de las mujeres en el liderazgo y las salas de juntas de tu trabajo, por igualdad de remuneración y cursos educativos sobre igualdad de género.
4. Ejerce tus derechos políticos – Lamentablemente, las mujeres siguen insuficientemente representadas en los puestos políticos más altos. En el año 2020, las mujeres solo ocupaban alrededor del 25 por ciento de los escaños en los parlamentos nacionales y representaban menos del 7 por ciento de los líderes mundiales. ¿Cuál es la forma más fácil y directa de cambiar esto? ¡Votando! Y, en lo posible, ¡votando por mujeres!
5. Enseñar a las chicas su valor – Desde antes de llegar a la pubertad, las niñas de todo el mundo ya tienen creencias internalizadas sobre su lugar, valor y papel en la sociedad como dependientes, vulnerables o incapaces, y actúan en consecuencia, reforzando los estereotipos de género que les impiden desarrollar todo su potencial.
Es difícil desaprender este tipo de creencias. Por lo tanto, es muy importante comenzar a abordarlas desde temprano, recordándoles a las niñas que son fuertes y capaces y que merecen el mismo respeto que los niños. Debemos asegurarnos de que sepan que son más que su apariencia, elogiándolas por su inteligencia, fuerza, liderazgo, atletismo y mucho más.
6. Desafía los estándares de belleza – Aunque los estándares de belleza varían de un lugar a otro, casi siempre promueven una visión estrecha y poco realista de la feminidad. A menudo se espera que las mujeres dediquen mucho más tiempo, energía y dinero que los hombres a sus apariencias.
El querer satisfacer los ideales físicos poco realistas termina manifestándose en graves daños mentales y físicos. Por lo tanto, debemos tratar todos los cuerpos como igualmente valiosos y merecedores de celebración, independientemente de su tamaño, capacidad o color, y denunciar la vergüenza corporal.
CONCLUSIÓN
Para concluir, queremos compartir con ustedes parte del mensaje de António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, por el Día Internacional de la Mujer del año 2021.
«La pandemia de COVID-19 ha borrado decenios de progreso hacia la igualdad de género. Con el gran número de puestos de trabajo perdidos y la explosión de la carga de cuidados no remunerados, con la disrupción de la enseñanza y la escalada de la crisis de la violencia doméstica y la explotación, la vida de las mujeres se ha visto perturbada y sus derechos erosionados. Las madres —especialmente las solteras— han sufrido gran ansiedad y adversidades… Sin embargo, las mujeres también han estado en primera línea en la respuesta a la pandemia… Cuando las mujeres lideran los gobiernos, vemos mayor inversión en protección social y mayores avances en la lucha contra la pobreza. Cuando hay mujeres en los parlamentos, los países adoptan políticas más rigurosas en la esfera del cambio climático. Cuando las mujeres están presentes en las negociaciones de paz, los acuerdos son más duraderos».
Seas hombre o mujer, niño, joven o mayor, te invitamos a que celebres y honres el Día Internacional de la Mujer, y a que luches, allí donde Dios te ha puesto, para lograr una sociedad más justa y más pacífica. Es hora de construir un futuro de igualdad. Es trabajo de todos, y va en beneficio de todos. Y a ti, mujer, te decimos, no te dejes, no te rindas, no te calles. Sigue luchando.