Detalle de lo tratado
Introducción
La hipocresía
El síndrome de mártir
Seguimos con el tema de las diferentes actitudes frente a las situaciones que se nos presentan en la vida. Como ya dijimos, muchas veces estas son el resultado de la influencia de las personas que nos formaron y de su filosofía de vida. Sin embargo, eso no nos libera de la responsabilidad de tomar decisiones informadas respecto al patrón de vida que llevamos.
Debes saber que tus actitudes pueden sabotear tu vida y tu destino por el efecto y el impacto que tienen en tus relaciones personales.
Los pensamientos, las emociones y las actitudes dirigen nuestro comportamiento. ¡De seguro, todos son controlables! Por eso es muy importante que tengas un plan de acción para poder vivir en plenitud la vida que Dios te ha dado. Tú decides la calidad de tu vida.
Descripción
En su definición más básica, la hipocresía significa no hacer lo que decimos, o sea, fingir cosas contrarias a lo que realmente pensamos o sentimos. Esta actitud se basa en la superioridad moral y la pretensión de una exagerada santidad personal. Muchas veces esta actitud es el resultado de vivir de acuerdo a tradiciones humanas inflexibles.
Su impacto
Está bien tratar de vivir santamente, pero hay que hacerlo sin juzgar a los demás porque todos hacemos cosas malas, ya que todo pecamos. Cuando te muestras sensible admitiendo tus debilidades y flaquezas, las personas sienten una conexión mayor y hay más probabilidades de relacionarte con ellos.
Plan de acción
Descripción
En psicología, el síndrome de mártir se refiere a la persona que asume la actitud de víctima con el deseo de ser mártir por su propio bien, porque se alimenta de una necesidad psicológica.
Esta persona pone las necesidades de los demás por encima de las propias para así poder sufrir por ellos y darle significado a su vida. Sin embargo, a menudo sufre sin necesidad, esperando que los demás reconozcan sus esfuerzos, dedicación y sacrificio y la alaben por ello.
Su impacto
El mártir sufre por elección propia. A menudo prefiere seguir sufriendo en vez de solucionar el problema, para así llenar de sentido su vida. Si bien habla constantemente de lo difícil que ha sido su vida, por lo general es una persona descontenta porque siente que sus sacrificios no son lo suficientemente apreciados.
El mártir no permite que la persona objeto de su martirio viva su vida, ya que constantemente le recuerda cuánto se ha sacrificado por ella. La persona mártir se ofende fácilmente, reacciona ante el menor estímulo y se niega a recibir consejos, sugerencias o ayuda, a la vez que exige constantes muestras de amor y respeto
Esta actitud puede tener efectos negativos en las relaciones, ya que hace sentir culpables a los demás. Si crees que este puede ser tu caso, responde las siguientes preguntas:
Si has contestado afirmativamente, quizás sea hora de que comiences a tomar conciencia de los motivos que te impulsan a hacer lo que haces.
Plan de acción
Para liberarte de este modo de pensar intenta estas estrategias:
Para recordar:
Recursos: