Fijemos la mirada en la meta
La vida está llena de idas y venidas. No siempre logramos lo que queremos tan pronto como nos lo proponemos. A veces debemos hacer un alto en el camino, dar marcha atrás, o incluso cambiar de rumbo para poder llegar a la meta propuesta. Dios, quien en su infinita sabiduría ya lo sabía, nos alienta diciéndonos:
«… corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús,
el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que le esperaba sufrió la cruz y menospreció el oprobio,
y se sentó a la derecha del trono de Dios» (Hebreos 12:1-2).
Hoy te invito a que fijes tu mirada en Jesús, el único que puede guiar tus pasos por el camino correcto.