La humildad

Regresa

En un mundo obsesionado con el ego, la humildad es un atributo valioso que nos permite reflejar a Cristo y reconocer nuestra dependencia de Dios. En Filipenses 2 leemos:

«No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás» (Filipenses 2:3-4 NVI)

Al poner a los demás antes que a nosotros mismos y reconocer la grandeza de Dios, reflejamos la verdadera esencia de nuestra fe y permitimos que la luz de Jesús brille a través de nosotros.
Busquemos entonces la humildad en nuestras acciones y actitudes diarias, recordando que así estaremos honrando la voluntad de Dios en nuestra vida.

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