La luz disipa la oscuridad

Regresa

En la vida nos encontramos con la dolorosa realidad de que la maldad existe. Esta se manifiesta de diversas formas, desde acciones injustas hasta intenciones malvadas. ¿Cómo, entonces, podemos comprender y enfrentar la maldad? En Juan 1, leemos lo siguiente:

«La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla» (Juan 1:5 NTV)

Es que la luz de Dios siempre supera la oscuridad. No importa cuán densa sea la maldad que enfrentamos; la luz de Jesús resplandece con una fuerza que las tinieblas no pueden extinguir.

Entonces, enfrentemos la maldad con valentía, sabiendo que nuestra fe en Dios nos capacita para ser luces en la oscuridad y agentes de cambio en un mundo necesitado de redención. Frente a la maldad no estamos desamparados, porque Cristo siempre va a estar por encima de ella.

La luz disipa la oscuridad

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