La paz
En medio de la agitación del mundo, la paz interior es un tesoro que muchos anhelamos. Es en las manos del Príncipe de Paz que encontraremos refugio seguro y estabilidad. Escuchemos lo que nos dice nuestro Salvador en Juan 14:
«Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo» (Juan 14:27 NTV).
Que nuestra paz interior no dependa de las condiciones externas, sino de la paz que Cristo nos ofrece. Que en medio de las luchas diarias podamos experimentar la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, una paz que no se basa en la ausencia de problemas, sino en la presencia constante de Aquél que es nuestra paz.