Ser padre no es fácil, y mucho menos con las expectativas tan rígidas de la sociedad del día de hoy. Sin embargo, hay cientos de miles de hombres valientes que han decidido aceptar el reto y convertirse en papá. En Josué 1:9, Dios dice:
Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes,
que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.
Los hombres en nuestra vida, especialmente nuestros padres, son una muestra clara de la perseverancia y fuerza para sobreponer obstáculos. Tomémonos el tiempo para honrarlos y recordarlos por su esfuerzo y fortaleza ante los retos de la vida y sigamos su ejemplo luchando también nosotros con esfuerzo y fortaleza.
Nelson Mochilero dijo en una ocasión que «lo importante en la vida es que sepas dónde estás y a dónde quieres llegar. Todo lo demás es seguir el camino entre ambos puntos». Quienes hemos emigrado a los Estados Unidos tenemos la responsabilidad social de ayudar a aquellos que vienen detrás de nosotros. En el libro de Levítico 19:33-34, la Palabra de Dios nos dice:
No opriman a los extranjeros que habiten entre ustedes. Trátenlos como si fueran sus compatriotas,
y ámenlos como a ustedes mismos, porque también ustedes fueron extranjeros en Egipto.
Yo soy el Señor su Dios.
Hoy te exhorto a que, con la ayuda de Dios, seas un agente de apoyo y ayuda para quienes vienen llegando a este país.
Vivir como extranjeros no es fácil, especialmente para quienes deben huir de sus países buscando asilo. Pero nunca estamos solos. Escuchemos lo que Dios le dijo a Josué en el libro de Josué 1:9, y que también nos lo dice a nosotros:
Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios y estaré contigo por dondequiera que vayas.
Recordemos que Dios está con nosotros siempre y que en Él somos asilados de los efectos que este mundo caído puede tener en nuestra vida. De él recibimos el consuelo y la fortaleza para llevar vidas libres y exitosas para Su gloria y el beneficio de nuestro prójimo.
Vivir como extranjeros no es fácil, especialmente para quienes deben huir de sus países buscando asilo. Pero nunca estamos solos. Escuchemos lo que Dios le dijo a Josué en el libro de Josué 1:9, y que también nos lo dice a nosotros:
Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios y estaré contigo por dondequiera que vayas.
Recordemos que Dios está con nosotros siempre y que en Él somos asilados de los efectos que este mundo caído puede tener en nuestra vida. De él recibimos el consuelo y la fortaleza para llevar vidas libres y exitosas para Su gloria y el beneficio de nuestro prójimo.
Se dice que en las situaciones de crisis es cuando mejor se conoce al ser humano. En los últimos meses hemos visto muchas actitudes sabias, pero también mucha necedad. Muchas personas han insistido en seguir adelante con sus vidas y planes, sin medir sus consecuencias ni tomar en cuenta las advertencias y consejos de las autoridades competentes.
Escuchemos lo que nos dice la Palabra de Dios:
Proverbios 1:7a – La sabiduría comienza por honrar al Señor.
Dios nos invita a que vivamos sabiamente, honrándole en todo lo que hacemos y decimos. Te animo a que no dejes pasar esta oportunidad de temer y amar a Dios con todo tu corazón.
En los Estados Unidos celebramos hoy el Día de los Caídos en la guerra. Es un día especialmente reservado para honrar y celebrar a quienes dieron su vida para ganar nuestra libertad. En Juan 15:13, Jesús nos dice:
Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos.
A los caídos en la guerra sumamos también hoy a todos los médicos, enfermeros y trabajadores de la salud que han dado su vida en la lucha contra el Coronavirus. ¡Gracias! Sus esfuerzos y sacrificios no serán olvidados. Por ellos, Señor, te bendecimos y damos gracias. Y más gracias te damos aún por haber entregado la vida de tu hijo Jesús para salvar la nuestra.
En los últimos meses hemos estado experimentando muchas situaciones inciertas, frustrantes y dolorosas. A veces nos resulta tan difícil lidiar con esas situaciones, que terminamos enojándonos con nosotros mismos, con quienes nos rodean y hasta con Dios. Sin embargo, escuchemos lo que Dios nos dice en Jeremías 29:11:
Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para su bien, y no para su mal,
para que tengan un futuro lleno de esperanza.
Cuando te sientas desanimado, frustrado o enojado, acércate a Dios. Recuerda que Él tiene todo bajo control y que solo quiere lo mejor para ti. Confía en Él tus angustias y dolores y anímate. ¡Él está contigo!
En los Estados Unidos celebramos ayer el Día de la Madre. Pero este año fue diferente. Los festejos, si los hubo, en muchos casos tuvieron que ser a la distancia y en muchos otros ya no pudieron ser. Muchas cosas han cambiado en los últimos meses, y continuarán haciéndolo. Aun así, hay una cosa que no ha cambiado ni cambiará nunca. La Biblia nos dice en Hebreos 13:8:
Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos.
Es por esto que, cualquiera sean tus circunstancias actuales, te invito a que hoy, más que nunca, te acerques a Él en oración para darle gracias por sus infinitas bendiciones y pedirle que sea el Señor y Salvador de tu vida y de tu familia.
El perdón es un regalo inmerecido que Dios nos otorga en su inmenso amor. La Biblia dice:
… perdonen y se les perdonará… Lucas 6:37
Suena muy fácil, pero la verdad es que humanamente es muy difícil perdonar o aceptar el perdón de alguien que nos lastimó.
Si estás pasando por esa situación, te aliento a que le pidas ayuda al Señor para que libere tu alma de la falta de perdón, del odio o del rencor, porque solamente así su amor podrá fluir. Pídele a Dios que te dé fuerzas para perdonar y que llene tu corazón de esa paz que sobrepasa todo entendimiento, y él lo hará.
El equilibrio es la base para una vida armoniosa. Para lograrlo, debemos aprender a tolerar nuestras diferencias y entender que esas diferencias quizás fueron las que nos atrajeron a nuestro cónyuge. Pero el único que puede cambiar a las personas es Dios. Así que, no trates de cambiar a tu pareja. Al contrario, pídele a Dios que te cambie a ti para que puedas aceptar a esa persona que tanto amas así como es. La Biblia nos dice:
Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. Efesios 4:2
Hoy te invito a que invites al Señor a ser parte integral de tu pareja, para que juntos puedan cumplir el propósito para el cual Él los creó y unió.