Pasado, presente y futuro
¿Te has detenido a pensar en lo rápido que se pasan los días? Es interesante ver lo acelerada que llevamos nuestra vida. Cuando somos niños queremos ser adolescentes; cuando somos adolescentes queremos ser adultos y cuando somos adultos quisiéramos poder retroceder el tiempo para volver a vivir con la inocencia de la niñez o la despreocupación de la juventud. Lo cierto es que nos enfocamos tanto en el futuro, que nos perdemos de saborear el presente. El Salmo 90 nos dice:
«Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría» (Salmo 90:12 NTV).
Te invito a que le pidas a Dios que te enseñe a vivir y disfrutar todas las bendiciones con que cubre tu vida cada día.