Todos fallamos
Todos cometemos errores, pero esos errores nos hacen crecer y nos recuerdan que somos seres humanos imperfectos. La clave para transformar el fracaso en triunfo, es el amor. Efesios 1:7 (NTV) nos dice:
Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad
con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados.
Cuando nuestros hijos fallan, necesitan saber que los seguimos amando y que los perdonamos. Esto podemos hacerlo porque nosotros también hemos sido perdonados por el sacrifico de Jesús. Demos gracias a Dios por el aprendizaje que los fracasos traen a nuestros hijos, y pidámosle que los mantenga en el camino correcto.