Viviendo sin estrés
¿Cuánto estrés hay en tu vida? ¿Crees que es posible mantener la calma cuando las obligaciones nos sobrepasan… cuando el dinero no alcanza para pagar todas las cuentas… cuando el tiempo se nos escapa de las manos… cuando la salud nos falla… cuando las cosas no salen como teníamos planeado… cuando no conseguimos trabajo…?
¡Claro que sí! Es posible porque no estamos solos, sino que tenemos a Alguien muy superior a nosotros que está siempre dispuesto a venir en nuestra ayuda. De esta manera nos lo recuerda el Salmo 121:
A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda?
Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra. Salmo 121:1-2
Te invito a que hoy, y todos los días de tu vida, levantes tus ojos al Señor tu creador, con la certeza de que él siempre está dispuesto a ayudarte.